Eduardo Ugarte y Chocano Periodista,Mañana martes, a las 19 horas, en el auditorio William Morris de la Universidad Católica de Santa María se presentará el libro Poética de un mundo habitado. Buscando significado en el título no puedo evitar pensar en el término griego poiesis, que quiere decir creación, «la causa que convierte cualquier cosa que consideremos de no-ser a ser», para Platón y, tratándose de la creación en “un mundo habitado”, de inmediato imagino -sin mucha imaginación- ciudades, casas y personas, estas últimas felices por habitar lo poético en el diseño y construcción de las primeras. Liberado de prejuicios, encuentro que en esta obra, el arquitecto Gonzalo Ríos Vizcarra en setenta temas muestra la variedad de sentidos que puede tener el hecho de habitar, en una descripción que destaca lo poético “como inevitable resultado humano de practicar sus hábitos en medio o al interior del espacio segregado”. Carlos Zeballos Velarde, el otro autor, hace una historia gráfica paralela y coherente a través de un rico material fotográfico registrado en sus viajes alrededor del mundo, en el que nos enseña los particulares modos que tiene el hombre de ocupar el espacio. Volviendo a lo poético, aquello que hace que las obras tengan valor estético, y siendo la arquitectura una de las artes plásticas y que tiene que ver con el humano habitar, ¿por qué ha caído hoy bajo las normas del sistema de producción y consumo y de la fría razón? El citado libro dice: “El habitar es poético en la medida que, al ser ejercitado, el habitante establece conexiones con el mundo que lo acoge, y en ese proceso logra autodefinirse y crea realidades válidas en sí mismas fundadas a partir de la reciprocidad. El habitar humano primordial era poético no por elección, sino por una necesidad constitutiva nacida de la espontaneidad, por lo tanto, no obligada a cernirse por los finos tamices de la razón.” Los autores destacan “que sólo la experiencia personal es la única vía válida para encontrar la pluralidad de sentidos y las significaciones múltiples como esencia del habitar poético”, y concluyen “que la poética del habitar es todavía una posibilidad latente que se concreta a diario en diferentes partes del mundo, y que si se pretende que la arquitectura recupere el sitial que durante siglos ocupó, deberíamos centrar nuestra atención, más que en la manipulación de formas, en reconocer que en el espacio habitado se encuentran las huellas más concluyentes de nuestro verdadero ser.” Y habitar ese espacio solo puede ser poético si su ocupación, adecuación y construcción se hace desde nuestra condición de productores de bienes, más que utilitarios y prácticos, de bienes con estética y ética, es decir, dos condiciones indispensables para una feliz y creadora convivencia humana. ß