En el Día de Internet Seguro, UNICEF hace un llamado para que se tomen medidas urgentes para proteger a los niños, niñas y adolescentes. ,Más de 175.000 niños se conectan todos los días por primera vez a Internet, un nuevo niño cada medio segundo, según reportó UNICEF. El acceso digital expone a estos niños a una gran cantidad de beneficios y oportunidades, pero también a una serie de riesgos y daños. Entre ellos el acceso a contenido perjudicial, la explotación y el abuso sexual, el ciberacoso y el uso indebido de su información privada, advirtió la organización dedicada a la infancia. PUEDES VER Obama critica mal uso de las redes sociales, en entrevista con Harry “Todos los días, miles de niños se conectan por primera vez, y esto les expone a una avalancha de peligros que sólo ahora estamos empezando a apreciar, y que estamos lejos aún de poder abordar”, dijo Laurence Chandy, Director de Datos, Investigación y Políticas de UNICEF. “Si bien los gobiernos y el sector privado han logrado algunos avances en la formulación de políticas y enfoques para eliminar los riesgos en línea más graves, debemos hacer mayores esfuerzos para comprender y proteger plenamente la vida en línea de los niños”, agregó. PUEDES VER ¿Los peruanos aún consumen medios tradicionales? En todo el mundo, 1 de cada 3 usuarios de Internet es un niño; sin embargo, tal como se describe en "El Estado mundial de la infancia 2017: Niños en un mundo digital", no se toman las suficientes medidas para protegerlos de los peligros del mundo digital, salvaguardar el rastro de información que crean sus actividades en línea y aumentar su acceso a un contenido en línea seguro y de calidad. ¿QUÉ MEDIDAS TOMAR? 1.- Coordinar la respuesta mundial, regional y nacional. Debemos profundizar la colaboración entre los responsables políticos, las fuerzas del orden y la industria tecnológica para integrar los principios de la seguridad en el diseño de tecnología y trabajar juntos para encontrar soluciones que se mantengan a la par con cierto tipo de tecnología digital que tiene el poder de potenciar y ocultar la trata ilegal de personas y otros tipos de abusos infantiles en línea. 2.- Salvaguardar la privacidad de los niños. Es preciso alcanzar un compromiso mucho mayor del sector privado y los gobiernos para proteger y no hacer mal uso de los datos de los niños, y respetar su encriptación; la aplicación completa de las normas internacionales en la recopilación y el uso de datos sobre niños en línea; y enseñar a los niños cómo protegerse de las amenazas contra su propia privacidad. 3.- Empoderar a los niños en línea por medio de un acceso más equitativo y la alfabetización digital. A los niños se les debe enseñar cómo mantenerse informados, comprometidos y seguros en línea, entre otras cosas por medio de una mayor colaboración entre los gobiernos y los expertos en tecnología para adoptar las medidas siguientes: elaborar plataformas de tecnología de la información y la comunicación y planes de estudios que abarquen desde la escuela primaria hasta la secundaria; prestar apoyo a las bibliotecas en línea y ampliar la capacidad de las bibliotecas públicas para enseñar aptitudes digitales; invertir en la capacitación de docentes en tecnología digital; enseñar a los niños cómo reconocer y protegerse de los peligros en línea y la desinformación; y hacer de la ciudadanía digital un componente central de la instrucción sobre la alfabetización digital. 4.- Aprovechar el papel único del sector privado. Existe una necesidad urgente de establecer y aplicar normas éticas sobre datos y privacidad en las empresas con el fin de proteger y beneficiar a los niños en línea, lo que incluye la elaboración de productos desde un punto de vista ético y la realización de una labor de marketing que mitigue los riesgos para los niños. 5.- Invertir para obtener mejores datos sobre el acceso, las oportunidades y los riesgos que conectarse en línea supone para los niños. Necesitamos obtener mejores datos sobre el acceso y las actividades de los niños en línea, de modo que podamos aprovechar estos datos para establecer marcos normativos y políticas que reconozcan las distintas necesidades y derechos de los niños; fortalecer la coordinación y el intercambio de conocimientos a nivel mundial para abordar los desafíos del mundo digital; profundizar la colaboración con organizaciones dedicadas a la infancia; y participar de manera más sistemática con los encargados de formular políticas y los legisladores.