La descripción de la espantosa situación insalubre que generan las chancherías ilegales ubicadas en el kilómetro 76 de la Panamericana Norte, en el distrito de Chancay, fue reportada por los pobladores a la ministra del Ambiente, Elsa Galarza.,Los dirigentes y representantes de centenares de familias que residen en Puerto Chancay, Peralvillo y Santa Rosa enviaron comunicaciones escritas a las autoridades para que desalojen a las chancherías que se han instalado en la zona conocida como El Cascajo porque son un peligro latente para la salud pública y porque son una potencial amenaza para los humedales que trabajosamente fueron recuperados de la desaparición. “Por más de diez años padecemos de manera permanente olores pestilentes que hacen de nuestras viviendas lugares donde no queremos vivir, además estar expuestos todo el tiempo a la contaminación de aguas servidas que arrojan los criadores clandestinos de cerdos instalados en El Cascajo, lo que atrae a millares de insectos y ratas”, informaron los pobladores firmantes de sendos memoriales dirigidos a las autoridades. La descripción de la espantosa situación insalubre que generan las chancherías ilegales ubicadas en el kilómetro 76 de la Panamericana Norte, en el distrito de Chancay, fue reportada por los pobladores a la ministra del Ambiente, Elsa Galarza; al director de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), Alberto Osorio; y a la directora general de Salud, Mirtha Trujillo; pero no obstante la grave de los hechos, no han respondido. Las comunicaciones escritas también fueron remitidas por los vecinos chancaínos al presidente regional de Lima, Nelson Chui; a la alcaldesa provincial de Huaral, Ana Kobayashi; al alcalde distrital de Chancay, Juan Álvarez Andrade; y al gerente general de la Empresa Municipal de Agua Potable de Chancay, Adalberto Petrlik Kerla. Tampoco obtuvieron reacción alguna. “Todos en Chancay sabemos que los cerdos de El Cascajo son alimentados especialmente de pollos muertos por enfermedades y en descomposición por lo que deberían ser desechados, pero son comprados inescrupulosamente en costales por los criadores de cerdos. Las autoridades deben intervenir para que el foco infeccioso sea neutralizado y no represente una amenaza creciente”, describieron los pobladores. Mientras los criadores ilegales de cerdos arrojan sus desperdicios en la zona, afectando en particular uno de los pocos humedales que existen en la costa norteña, así como en las orillas del mar, ninguna autoridad Municipalidad de Chancay, el Gobierno Regional de Lima, el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senace), ni la Autoridad Nacional del Agua, ejercen el control ni fiscalizan dichas actividades. Una de las razones que esgrimen es que los porcicultores son hostiles y agresivos, sin embargo no recurren a la fuerza pública para ejercer autoridad como les corresponde para hacer cumplir las leyes y normas de salubridad vigentes. Lo pobladores no descartan iniciar acciones legales contra las autoridades que incumplen con el mandato de aplicar la ley, empezando por la erradicación de las chancherías clandestinas, de donde sale la carne de cerdo que es expendida en los mercados locales y en las chicharronerías de Chancay, Huacho, Huaral, Barranca e incluso es llevado a Iquitos, Pucallpa y Tingo María.