¿Cómo quedará la imagen de Pedro Castillo tras no responder a la Comisión de Fiscalización?
El presidente Castillo viajó a Huancavelica cuando tenía una cita reprogramada para declarar ante la Comisión de Fiscalización.
Para este lunes 27 de junio estaba programado que los integrantes de la Comisión de Fiscalización acudan a Palacio de Gobierno para que escuchen las declaraciones del presidente Pedro Castillo sobre el caso Sarratea. Sin embargo, el mandatario no los recibió, ya que viajó a la región Huancavelica, según comunicó Presidencia. Anteriormente, esta cita fue aplazada por el propio jefe de Estado, quien, días antes del encuentro, anunció su disposición a fin de colaborar con las investigaciones.
Sin embargo, el accionar del titular del Ejecutivo no reflejó esto último. Los miembros del mencionado grupo de trabajo parlamentario no pudieron ingresar a Palacio y catalogaron el hecho como una falta de respeto. Uno de los primeros en pronunciarse fue Héctor Ventura (Fuerza Popular), presidente de la comisión, quien señaló que Castillo Terrones “no quiere dar la cara”.
La decisión del gobernante respondió a un consejo que le dio su abogado Benji Espinoza. Bajo ese contexto, el reciente escenario genera una duda: ¿cómo llegará a impactar a la imagen del presidente de la República, quien se encuentra involucrado en una investigación preliminar abierta por el Ministerio Público?
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“Aumenta la suspicacia que los ciudadanos puedan tener hacia él”
El politólogo Alonso Cárdenas explicó que la desaprobación del jefe de Estado va a seguir aumentando, individualmente de si asista o no a declarar ante el grupo de trabajo que lidera el congresista Ventura.
“La desaprobación del presidente va a seguir incrementando, vaya o no vaya a la Comisión de Fiscalización, porque el Gobierno es sumamente contradictorio: marchas y contramarchas. Lo que ha sucedido con la Comisión de Fiscalización refleja esa manera de gobernar. La primera vez que este tema se tocó, el presidente se mostró totalmente abierto a recibirlos. Inclusive, señaló que el que no la debe, no la teme. Después, tal vez iba a recibir a la Comisión de Fiscalización, pero guardando silencio, haciendo uso de su derecho constitucional y, finalmente, ni siquiera los recibe”, explicó para La República.
En esa línea, Cárdenas sostuvo que la gestión de Castillo demuestra “mucha improvisación” y que no tiene una hoja de ruta clara. Todo ello “refleja lo que se percibe en la encuesta que publicó el IEP: desorden, poco profesionalismo, no saber qué hacer, contradecirse”.
“En estos 10 meses de gobierno, despilfarró totalmente su capital político por las marchas y contramarchas, por los pésimos asesoramientos y unas nefastas designaciones, pero también es importante recordar que la descomposición del sistema político peruano no es exclusivo del Poder Ejecutivo. La encuesta indica que la desaprobación del Congreso es todavía mayor a la del presidente. Ya no estamos hablando de personas, sino de sistema y lo que evidencia esta encuesta y los diferentes estudios internacionales es que estamos ante el sistema político más rechazado de América Latina”, agregó.
Por su parte, la politóloga Katherin Zegarra aseveró que la ausencia del presidente Pedro Castillo para declarar ante la Comisión de Fiscalización era una gran oportunidad para el jefe de Estado.
“Ante un presidente que tiene como deber generar transparencia, someterse siempre al escrutinio público y a las preguntas o cuestionamientos que le pueden hacer otras instituciones, como el Congreso, creo que hace bastante mal al momento de no responder a la comisión. Es una es una oportunidad perdida por parte del presidente para demostrar que él, como lo ha dicho, no se corre de la justicia o desea apoyar a la justicia. Sin embargo, da la imagen opuesta, de no querer responder hacia diversos cuestionamientos. Da la imagen también de que no habría claridad respecto a las relaciones que él tiene con personas que están siendo altamente cuestionadas”, dijo.
“Ello ahonda hacia la poca confianza que ya tiene el presidente de la República, porque no solamente él ha rehuido de los miembros de la Comisión de Fiscalización, sino porque, en general, el presidente se muestra poco disponible hacia las interrogaciones que se pueden generar, por ejemplo, en la prensa. Ante esta opacidad que genera el presidente, creo que aumenta la suspicacia que los ciudadanos pueden tener hacia él”, indicó.
En ese sentido, Alonso Cárdenas detalló que los problemas que se han presentado entre el Ejecutivo y Congreso van a continuar.
“Esta erosión del presidente con el Congreso va a continuar. La brecha que hay entre la ciudadanía y los gobernantes cada vez va a ser mayor, lo que es muy malo para la democracia, que socava el sistema democrático. Dudo que el Congreso se atreva no nuevamente a querer restituir al presidente porque él es totalmente funcional a los intereses del Congreso. Lo acabamos de ver en la ley que prohíbe el enfoque de género en la currícula escolar. Totalmente funcional al Gobierno, no tiene capacidad de reacción, no le interesa, está sumergido a sus propios problemas. Desde mi perspectiva, el deterioro político del Perú con estas normas, con estas leyes, con estas reglas del juego, es irreversible y esto no se va a poder arreglar con nuevas elecciones, porque si mantenemos las mismas reglas con nuevas elecciones, el resultado va a ser igual o tal vez peor”, finalizó.