Procurador del Poder Judicial que contrató a su cuñado pastor evangélico renunció al cargo
Marco Antonio Palomino presentó su renuncia ante Daniel Soria Luján, procurador general del Estado. Su salida fue motivada tras denuncia periodística por presunto favorecimiento a un familiar.
El procurador del Poder Judicial, Marco Antonio Palomino, presentó —el último 11 de mayo— su renuncia como procurador del PJ, luego de que un reportaje de “Cuarto Poder” pusiera en evidencia que contrató a su cuñado, Marco Antonio Palomino, lo que constituiría un acto de nepotismo, como apoyo administrativo en la institución. El beneficiado se desempeñaba como pastor de una iglesia evangélica.
“Por motivos personales, renuncio irrevocablemente a seguir desempeñando este cargo (procurador público del Poder Judicial), al amparo del inciso I del artículo 38 del Decreto Legislativo N.° 1326. (…) (El cual) señala que la designación de los procuradores públicos culmina por renuncia”, se lee en la carta presentada a Daniel Soria Luján, procurador general del Estado.
De acuerdo con “Cuarto Poder”, Marco Antonio Palomino contrató a su cuñado, Rolan Llacsahuanga, quien se casó con su hermana, Cecilia Palomino, el 5 de febrero de 2011. Este accedió al puesto de apoyo administrativo bajo la modalidad de un proceso CAS.
En la declaración jurada de incompatibilidad y nepotismo, a Rolan Llacsahuanga le preguntaron, antes de ser contratado, si es que no tenía vínculos de parentesco de consanguinidad o de afinidad, a lo que contestó que no.
Lo mismo sucedió con el procurador, quien, al asumir el cargo en 2019, en su declaración jurada solo inscribió a su hermana, Cecilia Palomino, y no dudó en omitir a su cuñado, pese a que para esa fecha ya formaba parte de su familia.
Ante ello, Rolan Llacsahuanga decidió renunciar al cargo aludiendo un malestar de su madre. Jamás aceptó ni mencionó a su cuñado, el entonces procurador Marco Antonio Palomino y jefe de la institución.