Política

Mar Pérez: "Censuras políticas en Cusco son solo la punta del iceberg"

La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), a través de Mar Pérez, en entrevista con La República, señaló que las constantes censuras políticas en Cusco conforman una pieza del hostigamiento que se viene realizando en el ámbito nacional por las autoridades.

Mar Perez
Mar Perez

El 5 de julio pasado, un evento organizado por Defensores Humanos sin Fronteras fue cancelado por la Municipalidad del Cusco por supuesto “proselitismo político”. La presentación, que constaba de un estudio sobre el Corredor Minero y el “Informe sobre la situación de los DD. HH. en el Perú, en el marco de las protestas sociales 2022-2023”, tuvo que relocalizarse, a pesar de que realizaron el pago del alquiler de la sala Tipón.

Pronunciamiento de la organización Derechos Humanos sin Fronteras

Pronunciamiento de la organización Derechos Humanos sin Fronteras

Ante lo sucedido, Pérez señala que, al ser un espacio público, el ayuntamiento “está yendo en contra del principio del discurso neutro”. También, precisó que el municipio, con base en su posición política, no puede negarles el uso del local. Esto supondría la vulneración del derecho a la libertad de expresión y reunión de los ciudadanos que participen en cualquier actividad.

Sin embargo, no es la primera vez que este tipo de censuras se producen en Cusco. Desaparecieron esculturas como “La descarada” y “Dina, la roedora”, en alegoría a la presidenta Dina Boluarte. Asimismo, dos policías destruyeron una muestra de los fallecidos por las protestas en 2022. Ello es un “ataque a colectivos que alzan sus voces críticas ante un Gobierno como parte de sus derechos”, comentó la representante CNDDHH.

Finalmente, Mar Pérez, abogada y especialista en derechos humanos, indicó que las acciones de las autoridades cusqueñas son “la punta del iceberg” si analizamos el nivel de hostigamiento nacional hacia aquellos que reprueban el Gobierno. Sumado a las campañas de terruqueo en los últimos días, los funcionarios continúan haciendo caso omiso a las recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual sugiere no estigmatizar a los protestantes.