Familiares de campesinos asesinados por el grupo Colina consideran que fallo de la sala de Villa Stein representa un retroceso en la búsqueda de justicia.Alerta., Francesca García D. De la noche en que el grupo Colina secuestró a sus hermanos, Maribet Barrientos Velásquez conserva nítidamente dos imágenes que desvían su mirada y le inundan los ojos de lágrimas. Recuerda que aquel 2 de mayo de 1992, en medio de la noche y antes de entender lo que ocurría, yacía en el suelo de su habitación aprisionada por la nuca debido a la pisada de un hombre que impedía que levantara el rostro. Bastaron unos segundos de descuido de quien la mantenía reducida para escabullir su mirada y no olvidar hasta hoy, 20 años después, la sangre de Carlos y Roberto tiñendo el piso de su sala y el rostro de su opresor, a quien tiempo después y a la luz de los destapes periodísticos que iniciaban sus investigaciones sobre el destacamento militar identificó como Santiago Martin Rivas. "De pronto nuestra vida cambió. Por eso es increíble pensar que existan quienes busquen ablandarles la pena a los Colina", dice al ritmo de los sollozos que le cortan la voz. "Los deudos de los nueve campesinos del Santa creemos que pasar por estas torturas psicológicas tiene el objetivo de dejar un mensaje y ese es no a la impunidad", agrega. ABOGAN POR SEGURIDAD Las hermanas María Esther, Carmen y Maribet viajaron desde Chimbote junto a Nancy Reyes, viuda y cuñada de Carlos Martín y Jorge Luis Tarazona, respectivamente, luego de conocer que la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema rebajó las condenas a los integrantes del grupo Colina, sentenciados por éste y los crímenes de Barrios Altos y del periodista Pedro Yauri. "Los magistrados están poniendo nuestra seguridad en riesgo. Nos puede pasar algo a nosotros o nuestros hijos. Si ya en el juicio (los Colina) nos hacían gestos y amenazantes decían: 'ya verán, vamos a salir', imagínense ahora", reflexiona María Esther Barrientos. Nancy Reyes añade a la memoria colectiva particularidades de su propia historia. Considera que esa madrugada de 1992, sin saberlo, vivía los descuentos de la vida tranquila que le arrebataron. Parte del último recuerdo de su esposo fue verlo salir a empellones por aquellos hombres con pasamontañas que lo sacaron con lo poco que vestía, atuendo que le permitió, tras 19 años, tener la certeza de que lo había ubicado cuando desenterraron sus restos en la zona de Huaca Corral (La Libertad). "Desde el día en que se llevaron a mi esposo, nunca más regresé a mi casa. He pasado por ahí unas 10 veces en estos 20 años, pero nunca volví a entrar", se lamenta. "¿En qué momento asimiló que sus hermanos estaban muertos?", preguntamos. "Lo asimilé a golpes, cuando estaba recluida en el penal, obligada a un cambio radical de vida", nos responde Maribet Barrientos al recordar que tras la lucha que inició con los demás deudos por la búsqueda de sus familiares fue recluida por seis años –sin sentencia– en el penal de Santa Mónica. Ellas opinan que la sentencia impuesta en octubre del 2010 contra Vladimiro Montesinos, los ex generales Nicolás Hermoza Ríos –ex comandante general del Ejército–, Juan Rivero Lazo y Julio Salazar Monroe e integrantes de Colina ha sido un conato para completar el duelo y la reconciliación pero que hoy ante el fallo de la Corte Suprema parece desbaratarse. JUICIO RECONOCIÓ QUE VÍCTIMAS DEL SANTA NO ERAN TERRORISTAS Durante la lectura de la sentencia el 1º de octubre del 2010, la Sala Penal Especial que dictó sentencia contra los miembros del destacamento Colina, en que recibieron penas entre los 15 y 25 años de prisión, dejó constancia de que no se comprobó que las víctimas en el caso del Santa, Barrios Altos o el periodista Pedro Yauri fueran terroristas. El 2 de mayo de 1992 los integrantes de Colina secuestraron de los asentamientos humanos La Huaca, Javier Heraud y San Carlos del valle del Santa a nueve pobladores. Ellos eran: Carlos y Roberto Barrientos, Denis Castillo, Federico Coquis, Gilmer León, Pedro López Gonzales, Jesús Noriega Ríos y los hermanos Carlos y Jorge Luis Tarazona More.