Pese a que se arriesga a ser detenido , en entrevista con La República , señaló: "Yo me quedo en el Perú, no tengo porqué irme". El líder indígena amazónico Santiago Manuí n, herido en los sangrientos sucesos en Bagua , el pasado 5 de junio, no piensa pedir asilo político ni huir de Perú , pese a que tras su próxima salida del hospital se arriesga a ser detenido. En entrevista con el diario La República , Manuín , señaló que no se irá, ni abandonará a sus hermanos. "Nosotros asistíamos a un paro pacífico y nunca estuvimos armados", y con respecto a los policías muertos, presumiblemente a manos de los indígenas, reconoce: "me duele mucho lo ocurrido, sé que estaban cumpliendo con su deber". Señaló quem aunque el gobierno ha derogado 2 normas importantes , existen otras leyes " que atentan contra los espacios naturales" y por las cuales lucharán. "El gobierno se ha excedido en concesiones mineras; la Cordillera del Cóndor está siendo afectada y hay zonas de reservas naturales en riesgo inminente de desaparecer ", señaló. Dijo además que el ex Premier Yehude Simon hizo un buen trabajo, pero reaccionó tarde. "Ojalá Velásquez Quesquen sepa comprender la lucha y la exigencia de los nativos y que haya un diálogo más sincero", sostuvo. Manuin se recupera en un hospital de Chiclayo (norte) tras haber sido gravemente herido de bala en los enfrentamientos del pasado 5 de junio , en la localidad amazónica de Bagua, entre indígenas amazónicos y policías, que se saldaron con la muerte de 24 agentes y 10 civiles. El líder de la etnia aguaruna está acusado de ser uno de los autores intelectuales de los hechos de Bagua, por lo que el Poder Judicial ha pedido su detención, que podría producirse en el momento en que previsiblemente lo den de alta, dentro de unos seis días. El Poder Judicial ya ha emitido cinco órdenes de búsqueda y de captura contra otros cinco líderes indígenas, de los que tres, entre ellos el máximo líder de la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana , Alberto Pizango, pidieron y obtuvieron asilo en Nicaragua, mientras que los otros dos están prófugos. Por su parte, la Asociación Pro Derechos Humanos lanzó hoy una campaña para evitar la detención de Manuín, quien -aseguran- "intentaba frenar la violencia durante los sucesos de Bagua".