Política

Marco Sifuentes tras mensaje de Dina Boluarte: "La versión del préstamo del Rolex es inverosímil”

El director de La Encerrona, el medio que reveló la trama de los relojes Rolex de la presidenta Dina Boluarte, habla en este diálogo sobre la investigación de su equipo de reporteros, el estado del periodismo en el Perú, sus influencias, y el futuro de su oficio. 

El documentalista estadounidense Michael Moore y el Alejandro Guerrero de los 80 son algunas de las infl uencias periodísticas que Marco Sifuentes reconoce. También se autodefi ne como un liberal decepcionado y en crisis. Foto: difusión
El documentalista estadounidense Michael Moore y el Alejandro Guerrero de los 80 son algunas de las infl uencias periodísticas que Marco Sifuentes reconoce. También se autodefi ne como un liberal decepcionado y en crisis. Foto: difusión

El periodista más influyente de internet en el Perú es un ser anónimo en TikTok. Los usuarios de esta red no lo conocen como Marco Sifuentes, como director de La Encerrona, o como Ocram, su viejo nickname, simplemente lo ven como un tipo que da noticias en esos videos recortados que circulan en la red social de moda. En Palacio, en cambio, saben muy bien quién es Sifuentes, el periodista que difundió la información sobre los Rolex de la presidenta, lo que ha derivado en una investigación de lal Ministerio Público por un presunto desbalance patrimonial. Después de pasar unos días en Lima, Sifuentes ha vuelto a Madrid, donde vive. Desde allí, conectado siempre a la red, sigue el avance de las investigaciones a la presidenta, lo que dicen de su chamba, lo que ocurre con otros reporteros, y observa algunos atisbos de lo que será el periodismo en el futuro.

-¿Lees lo que escriben de ti en las redes sociales?

-Ah, claro, siempre. Salvo que estén bloqueados

-Y cuándo lees lo que dicen de ti, ¿qué sientes? ¿Satisfacción, te indignas, te asustas?

-No, ya es más de lo mismo, hace años que me pasa. Creo que la primera vez que te dicen mermelero es bien fuerte. Para un periodista de nuestra generación eso era como que te mentaran la madre, pero ahora se ha normalizado y es como decirte caviar.

-¿Ha perdido significado?

-Se ha vaciado de significado, como tantas palabras.

-¿Ya no significa mercenario, que cobra por publicar?

-Sí, la gente que lo usa ya no lo usa así. No estoy muy seguro de qué piensan que es. Entonces, ya no me indigna tanto como hace 10 años, cuando empezó a ponerse de moda en las redes decirle mermelero a cualquier periodista. A mí me criaron para que, si te decían mermelero, metas un puñetazo (se ríe).

-Ahora te resbala.

-Ya qué vas a hacer. Ahora, hay otra cosa que es bien interesante, muchas veces no es contra ti, es contra lo que representas o contra el personaje que les han vendido que eres tú, es bien complejo, ya no eres una persona real.

-Es interesante eso, si alguien leyera lo que publicaron sobre ti el último fin de semana entendería esto: llegaste a Lima, desde España, con un boleto pagado por la fiscalía, a la que tú controlas…

-Junto con Gorriti

-Junto con Gustavo Gorriti, ok, para estar presente en el allanamiento a la casa de la presidenta, lo que era un complot caviar contra la democracia…

-Y cuando me vaya, me iré con la cola entre las piernas porque fracasó el complot para tumbarse a Dina. Además que debía liderar una marcha a la casa de Dina o desde la casa de Dina, no quedaba muy claro.

-En la cabeza de mucha gente eres un peligro público, un conspirador.

-Pero también soy un yapero que mendiga dinero y lava pisos en Madrid. Y que viaja en primera clase para ir a la casa de la presidenta.

-En todo caso, tu vida en redes es muy interesante.

-(Se ríe) Bueno, para mucha gente soy todo lo discriminable que hay.

-Fuera de bromas, sí se han lanzado algunas afirmaciones, después de la investigación que hiciste sobre los Rolex de la presidenta, que son peligrosas, como esa que dice que hay una mafia internacional detrás de este supuesto complot político.

-Claro, en la boca de una autoridad suena fuerte. Además, está la idea de que hay que investigar a la gente que está detrás de esa noticia. Yo creo que cometí un error al responder la pregunta de quién es la fuente. En realidad, esto no es una filtración. No es que vino la fiscalía y me dio un papel que decía: Dina tiene un Rolex. Lo que pasó es que Ernesto Cabral se puso a ver 10 mil fotografías, hizo una base de datos, hizo una línea de tiempo y estableció una cronología que no dejaba bien a la presidenta, y que evidenciaba cuando menos un desbalance patrimonial. El dato disparador es lo de menos.

-Igual la versión vino de una persona que se reunió con Boluarte y pudo ver con detenimiento lo que llevaba…

-Que tiene la experiencia de vida suficiente como para reconocer un Rolex. Ese es el dato disparador, pero los 14 Rolex iniciales y el momento en que empiezan a aparecer, cuando ella (Boluarte) ya es presidenta, todo eso es una investigación de Ernesto Cabral. Llegó un dato, que es casi un chisme, pero da lo mismo quién fue la fuente, porque esto no fue una filtración, fue una investigación.

-Mirar 10 mil fotos suena complejo.

-Es una chamba ardua, sí.

-¿Cuánto tiempo tomó?

-Esto por lo menos se hizo desde febrero.

-¿Ernesto se dedicaba exclusivamente a eso?

-Ernesto se dedica exclusivamente a investigar en La Encerrona, el resto del equipo somos 5. Él se dedica a investigar el tiempo que le dure. Y es como que tiene varias cosas a la vez. Ahora estamos sacando, por ejemplo, algo de los Pantanos de Villa, que él ha supervisado con Geraldine Santos. Los demás estamos en el día a día, él no. Es un pequeño lujo que nos podemos dar gracias a las suscripciones. Si no hubiera suscripciones, yo no podría pagar a alguien que entre comillas no produce todos los días.

-Gracias a que eres yapero.

-Sí (se ríe), gracias al Yape y al Plin y a todas esas cosas se puede subsidiar una investigación, porque la investigación en el periodismo no tiene un costo beneficio inmediato, y por eso cada vez hay menos investigación en los medios.

-Ahora, a inicios de semana el gobierno no se ponía de acuerdo en su versión sobre los Rolex, hoy indica que fueron un préstamo del gobernador regional de Ayacucho y que las joyas de la presidenta son de fantasía.

-Es una versión inverosímil. El reloj Datejust oro rosa, según los registros hallados por la fiscalía, fue comprado el 31 de mayo, el día de su cumpleaños. Según nuestra investigación fue usado por primera vez el 5 de junio, menos de una semana después de la compra. Y lo utilizó en un total de 59 apariciones, a lo largo de 280 días, esto es una vez cada cuatro o cinco días, hasta el lunes 11 de marzo. Al día siguiente, el 12, le hicimos llegar preguntas a ella a través de la secretaría de prensa de Palacio y el jueves 14 publicamos. Entonces, se lo prestaron pocos días después de la compra y lo dejó de usar pocos días antes de la revelación y apenas hicimos la pregunta. Eso no tiene ningún sentido, qué clase de préstamo es ese, que lo usas ni bien lo compran y lo dejas de usar cuando te cuestionan.

-Tu investigación inicialmente tuvo un eco muy fuerte en la prensa ultraconservadora, pero después del allanamiento eso cambió, ¿por qué?

-A ver, esto ya es pura especulación, pero me da la impresión de que a ellos les gusta tener asustada a Dina Boluarte, pero no les conviene deshacerse de ella ahora mismo. Entonces, una vez que crece esto y le patean la puerta, dicen: “No, esto ya es demasiado”. Y se quitan la máscara. Salen todos, el fujimorismo, Renovación, los editoriales de los medios de ultraderecha a hablar de la institucionalidad, la estabilidad, la economía y todas esas cosas que hace un año no les preocupaban en absoluto.

-El respaldo no solo ha sido de partidos.

-Han estado los gremios…

-Los militares…

-Claro, además el ministro Astudillo ha dicho que fue un acto político el que aparecieran los mandos militares junto a la presidenta en el cambio de guardia, o sea un acto deliberativo, que la Constitución dice que no pueden hacer. Pero la Constitución es otra cosa que se ha vaciado de significado.

-Las críticas que han recibido tú y tu equipo parecen poco frente a lo que está pasando con otros periodistas. La semana pasada se dio esta situación en la que la fiscalía quiere hurgar en las comunicaciones de Gustavo Gorriti, con lo cual puede identificar a sus fuentes. ¿Qué sientes sobre eso?

-Yo creo que esto es grave. Parte de las razones por las que vengo a Lima es para ver qué se puede hacer para protegernos entre todos, porque me da la sensación de que ya no hay nada que nos proteja. Es decir, la Asociación Nacional de Prensa hace un trabajo notable, pero no le da el alma para cubrir a los periodistas que están en regiones, que también están siendo muy atacados. Gustavo Gorriti es el ejemplo más grave y evidente de esto, pero también tienes a Rosa María Palacios, a la que todos los días le revientan la puerta de la casa, el propio Daniel Yovera, o Paola Ugaz, o Pedro Salinas, que el sodalicio los ha tenido arrastrándose por los pasillos judiciales durante años. Y hay una cosa, el alcalde de la capital del Perú, un día sí y un día no, se dedica a atacar periodistas en su cuenta de Twitter o a retuitear a trols. Y lo hace todos los días, sin que nadie se escandalice.

-¿Qué gremio esperas que se pronuncie?

-Todos. Pero, te repito, un ejemplo es la actitud del alcalde de Lima, que tiene un partido que respalda a todos estos movimientos (que agreden a periodistas), o él mismo los ataca en sus redes sociales. Y nadie dice nada. Es impresionante.

-¿Y tú has sido vigilado, chuponeado, a lo largo de tu carrera?

-Sí, claro.

-¿Lograste identificar al chuponeador?

-En la época de La Ventana Indiscreta, con Toledo, nos chuponearon a todos, yo tenía 23. Esa fue la primera vez.

-¿Cómo se percataron de que los espiaban?

-Kike Flor, que fue un gran periodista de investigación, descubrió que nos estaban siguiendo. Él ampayó a los que nos seguían.

-¿Y luego de eso?

-Yo creo que siempre, aunque llega un punto en el que no puedes estar tan paranoico todo el rato, tienes que seguir con tu vida. Te preocupa siempre la familia, más que uno mismo.

-¿En esta última visita a Lima tomaste algunas precauciones?

-Sí, siempre. Es algo que yo hago siempre, estoy en modo semi noico, pero nunca tan noico.

-En esta visita tuviste el aniversario de La Encerrona, ¿procuraron que esa reunión fuera secreta o algo así?

-No, no. Tampoco tanto. Sí tuve un momento de paranoia al llegar al aeropuerto, pensaba que podía haber una orden de detención, pero no hubo. Es que se ha puesto de moda mandarnos cartas notariales y no tengo idea de cómo funciona la casilla judicial.

-¿En serio temías que se te acercara un agente y te dijera: Señor Sifuentes, tiene usted un requerimiento?

-De alguien, sí. Quizá alguien se enojó y me puso una denuncia. Por eso estuve preguntando qué hacer en una situación así.

-Tienes años como reportero, como conductor de espacios informativos, ¿por qué te hiciste periodista?

-Asu. Es la pregunta del millón. Me pongo a la defensiva, voy a cruzar los brazos y toda la cosa.

-No me des una respuesta friki.

-Me gusta mucho, es eso. Me has pedido que no te dé una respuesta friki. La respuesta friki es que veía mucho a Superman y Clark Kent. En los 80, en las películas los periodistas éramos chéveres, ahora ya no. Si sale un periodista en una película es para mostrar la miseria de los medios. En los 80 te vendían la idea del periodista aventurero.

-Ahora el cine te vende la idea del periodista alcohólico, acabado, sin familia.

-Y que no le interesa nada con tal de vender, maltrata a la gente, menosprecia a su público.

-O no puede contar la historia que ha reporteado toda su vida.

-A mí me parece fascinante Succession, que es esta serie sobre medios y noticias en la que no aparece un solo periodista, aquí ya no servimos para nada, son los dueños los que manejan todo, ni siquiera somos personajes secundarios, sino terciarios. No sé si al menos un periodista tiene una línea de diálogo en la serie. Te dice mucho de lo que pasa ahora, no hay ni medio cuento de independencia allí, en esa serie por lo menos.

-¿Cómo te imaginas el periodismo en unos 10 años?

-A mí me asusta eso. Hay cada vez menos dinero para eso. Los medios grandes se están yendo al tacho.

-Au.

-Pongamos el caso de El Comercio, que es, digamos, el barco emblema, y ha entrado en un espiral y esa espiral nos arrastra a todos. Y si el mercado ve que el barco emblema está dando vueltas sobre sí mismo, todos los demás botes terminamos arrastrados. A nivel de negocio se va a poner cada vez más dramático, pero va haber un nivel de necesidad importante con esto de la inteligencia artificial, esa es la paradoja. Ahora que hablabas de los troleos que me hacen, finalmente identifiqué un meme en el que han utilizado inteligencia artificial para trolearme. Es una tontería, pero dentro de 10 años no va a ser una tontería.

-Va a ser un video en el que dices cosas que no has dicho.

-Claro. Cada vez más va a haber necesidad, de nuevo…

-De hacer fact checking (verificación de datos).

-Y no solo fact checking, sino de reporteo. Tú ves que ahora todos sacamos una foto o un video de Twitter. No estuvimos allí, pero asumimos que la foto es esa. Pero pronto vamos a necesitar estar allí para asegurarnos que esa foto no sea inteligencia artificial. Y la única forma es mandando un ser humano, un reportero. La única manera de saber que algo no es inteligencia artificial es la prensa, porque tiene el know how de cómo contrastar que algo es cierto. Habrá más necesidad de periodismo, aunque la industria se esté arruinando. Y eso le puede hacer daño a la sociedad. La gente dice que los periodistas nos creemos mucho. Y el periodismo sí es mucho. No nosotros, los periodistas somos todos unos desastres. Pero el periodismo es necesario, y va a ser más necesario dentro de 10 años.

-Antes de empezar la entrevista me contabas que estabas en TikTok y los jóvenes que están en TikTok no te conocen…

-Pero no son solo jóvenes.

-Ok. Los consumidores de Tik Tok no te conocen…

-O sea, me ven, pero no saben cómo me llamo, no saben de La Encerrona, y eso, honestamente, es mejor para mí.

-A donde voy es que algunos no conocen tu identidad y para otros eres el periodista más influyente de internet.

-Pero eso es mentira. Lo del periodista más influyente de internet es parte de la Encuesta del Poder, que hacen entre unos 200 líderes de opinión. Ellos me conocen, pero la mayoría de gente no. A veces pasa que me dicen: “Yo te he visto en TikTok”.

-Para mucha gente eres “el del TikTok”, no eres Marco Sifuentes.

-En estos dos últimos viajes ha sido más notorio. A mí me gusta eso, porque revela que el contenido es lo suficientemente bueno para que regresen a él, aunque no sepan cómo me llamo o del programa.

-Cuando estudiabas periodismo, ¿seguías a un periodista, tenías un héroe periodístico?

-Hildebrandt, ¿no? Creo que todos. En la universidad, viendo a los gringos, seguía a Michael Moore. Y de niño era fan de Alejandro Guerrero, gran error, como todo el Perú me creí sus reportajes. Había esta cosa que te vendía la tele del periodismo como aventura.

-Quiero copiar algunas preguntas que planteaste en tu libro Casi Bicentenarios, ¿cuántos años tenías el 2020?

-El 2020 tenía 41.

-¿Y era un año en el que esperabas que pasara algo?

-Mi programación para el 2020 era sacar un podcast sobre las elecciones del 21. La Encerrona, en mi cabeza, era un piloto de eso, algo que iba a durar tres meses e iba morir con la pandemia.

-¿Dirías que el éxito de La Encerrona es que dura 20 minutos?

-Claro. Hubo dos factores de éxito iniciales, porque ahora el mayor factor de éxito es el equipo. Pero del éxito inicial es verdad que un factor es su brevedad. ¿Quién quiere ver una hora de noticias? Nadie. Hay que ser bien enfermo para hacer eso, es una locura.

-Mencionamos hace un rato la Encuesta de Poder, que responden unos 200 líderes de opinión y en la que eres el periodista de internet más influyente, ¿te has puesto a pensar que dentro de ese grupo de personas hay gente que reconoce tu influencia pero que a la vez te detesta?

-Yo creo que a la gran mayoría no les debo gustar.

-Así que votan con odio.

-Votan con odio, sí. A lo largo de estos años he notado algunas iniciativas destinadas a tener una influencia de ese lado, a lo que muchos de los que llenan esa encuesta llamarían su lado.

-A ese lado le falta sentido del humor, ¿no?

-Sí. Y les falta desideologizarse, viven muy concentrados en su guerrita cultural, sobre todo ahora, antes era menos.

-Alguna vez dijiste que eras un liberal decepcionado, ¿lo sigues siendo?

-Sí, cada vez más decepcionado, en crisis. Esta es una posición más personal, pero yo soy hijo de los noventa, del Vargas Llosa de los noventa, de la época de la caída del muro y de la idea de Fukuyama del fin de la historia. Hay valores intrínsecos allí que me parecen razonables, pero claramente, ya lo hemos visto, ese orden mundial ha fracasado, y por eso tienes todos estos ideologizados de la ultraderecha que están cosechando la angustia y el fracaso del modelo liberal. Sí, no voy a renegar de ellas, son ideas válidas, pero no son suficientes para la gran mayoría de personas.

-¿Has votado muchas veces por la derecha?

-No.

-¿Por Lourdes?

-Noooooo… Por Lourdes no.

-Lo dices con horror.

-Sí he votado por la derecha, pero cuando alguien me pone nombres sobre la mesa, me quedo pensando en por quién votaría.

-¿Puedes decirme por quién de la derecha has votado?

-No, no lo voy a decir nunca. Nunca cuento por quién he votado.