Sigue EN VIVO el Chile vs. Venezuela por las Eliminatorias 2026
Política

En Palacio evalúan sacar a Valer frente a las denuncias

Caos en el Gobierno. Pedro Castillo regresó ayer en la noche a Lima y se dirigió a la sede del Ejecutivo. Una opción es cambiar de nuevo al premier para superar el momento.

En declive. Designación de Valer como jefe del gabinete —aquí en el consejo del miércoles— ha agravado situación del Gobierno. Foto: PCM
En declive. Designación de Valer como jefe del gabinete —aquí en el consejo del miércoles— ha agravado situación del Gobierno. Foto: PCM

Pedro Castillo transita sus horas más delicadas como presidente desde que hace seis meses empezara su gobierno. La composición del nuevo gabinete –con Héctor Valer a la cabeza, acusado de violencia familiar contra su esposa ya fallecida y su hija– ha disparado el repudio generalizado. Fuentes del Ejecutivo señalan que ante la delicada situación aparece como una opción de reemplazo el actual titular de Comercio Exterior, Roberto Sánchez, quien fue voceado para ocupar el puesto que, finalmente, fue ofrecido a último momento al congresista de la bancada Perú Democrático.

Pero los pasos a seguir serán tomados una vez que Castillo vuelva de su viaje oficial a Brasil. Ayer tuvo una reunión con el ultraderechista presidente Jair Bolsonaro.

Hay incomodidad en parte del gabinete, aunque se espera que se encuentre una solución de manera rápida. Hubo rumores de que el nuevo canciller, César Landa, pensaba renunciar. Sin embargo, la cuenta de Twitter de Relaciones Exteriores publicó una foto del ministro junto a Castillo en Brasil.

Landa, quien ha sido presidente del Tribunal Constitucional, es un académico de prestigio y acaso uno de los pocos que se salvan en un equipo ministerial muy resistido.

Otros titulares de carteras esperan conversar con el jefe del Estado –que ayer en la noche regresó a Palacio– y hallar una solución. Por el momento, guardan silencio. Otros, como Betssy Chávez, de Trabajo, negaron que en el gabinete se “avale la violencia”. Añadió al portal Epicentro: “Yo vi a Héctor Valer en una reunión en la que vino con su hija, que tiene mi edad. Vi una relación buena, como la que yo tengo con mi padre”.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables publicó un comunicado en el que se pedía que se investigaran y aclararan las graves denuncias contra el titular de la PCM. Esta cartera la dirige ahora Katy Ugarte, quien en la campaña electoral mostraba posiciones conservadoras.

Precisamente, ayer se conoció también que por lo menos nueve funcionarios del MIMP habían dejado sus cargos en protesta por las designaciones de Valer y de Ugarte.

De acuerdo con información de Ojo Público, han dimitido, entre otros, María Pía Molero, viceministra de la Mujer; Lina Arenas, viceministra de Poblaciones Vulnerables; Gonzalo Ames, secretario general, y Antonio Rojas, jefe del Gabinete de Asesoramiento del Despacho Ministerial.

Valer le dijo ayer a La República que no pensaba en renunciar porque, aseguró, las acusaciones que pesan sobre él son “patrañas”. Su confusa conferencia de prensa en la puerta de la PCM tampoco despejó dudas. Sus horas como premier estarían contadas.

Salida de varios funcionarios del MIMP, reflejo de la crisis

Los otros funcionarios del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables que han decidido renunciar en protesta son, de acuerdo con Ojo Público, Sergio Tejada, director del Inabif (Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar); Ángela Acevedo, directora ejecutiva del Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar-Aurora, y las tres directoras generales Inés Martens, Paula Aguilar y Silvia Romero.

Lucía Alvites, excandidata al Congreso, hizo lo propio. Ella escribió en sus redes sociales: “He renunciado como directora de cooperación del MIMP, creo que no podemos avalar a un primer ministro agresor, no desde nuestras luchas por vivir libres de violencia”.

El gabinete que preside Héctor Valer es el tercero de la gestión de Pedro Castillo, en apenas seis meses. Está obligado por la Constitución a pedir el voto de investidura al Pleno del Parlamento.