Política

Dos miradas sobre la reforma agraria de Juan Velasco Alvarado

Opinión. Vivencias del exdirigente de la Confederación Campesina del Perú Melchor Lima y el agroexportador Fernando Cillóniz.

Reforma agraria. En junio de 1969, el general Velasco anunció los cambios para el agro. Foto: difusión
Reforma agraria. En junio de 1969, el general Velasco anunció los cambios para el agro. Foto: difusión

Han pasado 52 años de la reforma agraria que impulsó el general Juan Velasco Alvarado bajo el lema “campesino, el patrón ya no comerá más tu pobreza”, y este acto sigue encendiendo pasiones tanto de uno como de otro lado.

Para muchos campesinos implicó una especie de liberación de una forma de trabajo casi feudal; para los hacendados cuyas tierras fueron expropiadas, no fue más que un robo.

Melchor Lima Hancco, exdirigente de la Confederación Campesina del Perú, tenía diez años cuando “llegó la reforma agraria a Puno”.

Menciona que sus abuelos fueron sirvientes en la hacienda Pucawasi, de los Gamarra, y que en 1969 llegaron los militares para desalojar a los hacendados. Encontraron a algunos patrones, otros ya se habían ido.

Al poco tiempo llegaron funcionarios para tomar el inventario de toda la existencia en la hacienda que pasó a manos de la empresa de propiedad social. En otros lugares pasaron a las cooperativas.

“Pero al entregar a los gerentes, la hacienda se convirtió en nuevo lugar de explotación; por eso tomamos las tierras en el año 1985 y ahí recién nos entregan las tierras a las comunidades campesinas. Ese año, en Puno, recuperamos a través de los decretos supremos 005 y 006 1 millón 250 mil hectáreas en Matarí y Santa Rosa. Ahora las comunidades campesinas somos los conductores. Yo tenía 26 años y era dirigente de la comunidad de Selque y al mismo tiempo de la Federación Distrital Campesina de Macari”, precisa Melchor Lima.

En el otro lado de la orilla está Fernando Cillóniz, empresario agrícola y exgobernador regional de Ica.

Su familia era dueña de las haciendas Huamaní y San José, en Chincha. La primera fue totalmente expropiada, en el caso de la segunda pudieron mantener la casa y cien hectáreas. No les pagaron nada por las tierras que les quitaron.

“La reforma agraria de Velasco fue un fracaso. Las tierras fueron expropiadas, se cooperativizaron, las cooperativas fracasaron, se parcelaron, y hoy día tenemos al sector rural en la miseria”, sostiene.

Recuerda que hubo dos o tres años de bonanza luego de las expropiaciones, pero la despilfarraron y cayó la productividad.

Reacciones

Melchor Lima, exdirigente de la CCP

“Por supuesto, la reforma agraria fue buena, era necesaria. El problema es que no la ejecutaron como tal, fue incompleta de parte de los funcionarios de ese entonces”.

Fernando Cillóniz, empresario agrícola

“La reforma agraria de Velasco fue un fracaso. Las tierras fueron expropiadas, las cooperativas fracasaron, se parcelaron, y hoy día tenemos al sector rural en la miseria”.