Pedro Castillo sin luna de miel, con equipo cuestionado y alza de precios
Comienzo difícil. Especialistas coinciden en que baja aprobación del jefe del Estado remarca sus flancos débiles, como tener un equipo con varios cuestionamientos y enfrentar una situación económica desfavorable. Advierten falta de liderazgo, impericia y nocividad del sector de Cerrón.
La baja aprobación a la gestión inicial del presidente Pedro Castillo remarca flancos débiles como su equipo, en el que hay varios cuestionados, y la economía, en la que el alza de precios y caída de la moneda preocupan.
En la encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), un 38% aprueba cómo Castillo gobierna y un 46% lo desaprueba.
A diferencia de anteriores mandatarios, el actual no tiene “luna de miel” con la población, esa etapa inicial en que un nuevo presidente goza de mayor aceptación de los ciudadanos.
“Castillo pasa a segunda vuelta con menos de 20%. Y en primera vuelta en mucho tiempo gran parte del electorado no sabía por quién votar. Hay un fuerte desencanto de la ciudadanía con la clase política y eso se traslada también a Castillo”, dice el sociólogo David Sulmont, profesor de la Pontificia Universidad Católica (PUCP).
“Además, hay errores del Gobierno por mala lectura: que ganar con margen muy estrecho da un mandato muy fuerte. La designación del gabinete ha decepcionado a sectores que esperaban uno más abierto a quienes lo apoyaron en segunda vuelta y no se identificaban con el programa radical”, explica.
A esto se suman cierta falta de liderazgo y la inexperiencia.
“No se nota que Castillo asuma la vocería del Gobierno. La vemos en figuras como el primer ministro muy en tándem con Cerrón, que aparece a veces como vocero del Gobierno sin tener un cargo”, anota Sulmont.
Empero, también advierte la influencia de la campaña de quienes perdieron la elección.
“El peligro más grande está en la impericia, que se puede traducir en errores y deficiencias de gestión pública”, añade.
Advierte que, con un contexto económico internacional no muy favorable, “la percepción de la opinión pública se agrava por esas impericias”.
El politólogo José Alejandro Godoy, docente de la PUCP y la Universidad del Pacífico, coincide en que “las expectativas se han reducido a partir del nombramiento de un gabinete con ministros muy cuestionados”.
“Por otro lado, hay un impacto directo de la subida en el precio de los alimentos de primera necesidad, que siempre tiene un correlato en la aprobación de los presidentes. Los ciudadanos buscan que el Estado haga algo al respecto”, asegura.
El consultor político Jeffrey Radzinsky, director de Grupo Fides Perú (GFP), destaca la polarización de la campaña electoral como consecuencia de la convulsión política de varios años. “No se atenúa por una elección, solo cambia el tablero de actores políticos”, asevera.
Aunque a un 33% este gobierno le genera esperanza, a un 27% suscita incertidumbre.
“Es sensación de millones, incluso que votaron por Castillo o lo aprueban, por este equipo de gobierno muy complicado, con idas y vueltas. Además, Castillo ha tenido un perfil bastante bajo”, anota Radzinsky.
La politóloga Yasmin Calmet, profesora de la Universidad Católica de Santa María (UCSM), destaca que en el triunfo de Castillo pesó el voto contra Keiko Fujimori. “Ninguno tenía una base fuerte”, dice.
“La aprobación a Castillo se basa en la expectativa de quien votó por él y espera el resultado de las primeras acciones. Pueden influir en la desaprobación su vinculación con Cerrón y sus elecciones no tan acertadas en el cuadro ministerial”, afirma.
“Además, Castillo no ha conseguido establecer alianza confiable con el centro, ha tenido embate con algunos de izquierda y hay la impresión de que no está preparado”, añade.
Economía. Alza de precios también pesa en el descontento. Foto: Clinton Medina/La República
Reacciones
David Sulmont, sociólogo, PUCP
“Castillo parece como un presidente que todavía no se asienta, no tiene una voz propia que se distinga de voceros oficiosos que le están restando llegada a la ciudadanía, como es básicamente Cerrón”.
Jeffrey Radzinsky, consultor político, GFP
“La campaña presagiaba que no habría luna de miel, por un lado, porque los efectos brutales de la pandemia no se han atenuado significativamente y por otro por la polarización profunda y desgaste”.
Yasmin Calmet, politóloga, UCSM
“Las clases de nivel socioeconómico A, B y C son las que más desaprueban la gestión inicial. Las elites tienen influencia grande en el mercado financiero y la falta de confianza desestabiliza”.
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