Política

Francisco Sagasti, el presidente de la transición

Recuperación de la democracia. El parlamentario del Partido Morado logra el consenso para la elección de la nueva Mesa Directiva. Ya formalizó su renuncia a su candidatura para la vicepresidencia. Hoy toma juramento para asumir el encargo de la presidencia de la República. El destino le tenía reservado un rol histórico en vísperas de llegar al Bicentenario.

Hasta el último minuto, un sector golpista del Parlamento seguía respirando por la herida. Intentaron imponer una mesa directiva a su medida. No lo lograron. Pudo más el consenso. Pudo más la presión de la juventud movilizada. Así, la mayoría del Congreso terminó eligiendo la lista encabezada por Francisco Sagasti, quien hoy asumirá la encargatura de la presidencia de la República.

Hecho histórico. Hace exactamente veinte años, el 16 de noviembre del 2000, Valentín Paniagua era elegido también presidente de una Mesa Directiva para encaminar el proceso de recuperación de la democracia, luego de una década del régimen fujimontesinista.

Ayer, Francisco Sagasti fue elegido para recuperar también un sistema democrático golpeado hace una semana, con la vacancia presidencial impuesta con la dictadura de los votos de 105 parlamentarios.

Sagasti recibió el respaldo de 97 votos para una Mesa Directiva conformada además por Mirtha Vásquez (Frente Amplio) para primera vicepresidenta; Luis Roel Alva (Acción Popular) para segundo vicepresidente; y la legisladora cusqueña Matilde Fernández para la tercera vicepresidencia.

Todos cumplían con el requisito exigido por las calles: nadie votó a favor de la vacancia presidencial.

El camino del consenso

La lista liderada por Francisco Sagasti ingresó por mesa de partes a las 12:55 p.m. El Partido Morado había declinado en avanzar con la llamada ‘lista morada’ que habían presentado la madrugada del domingo.

Ayer, este grupo político manejada hasta tres opciones. Aparte de Sagasti, también estaba como propuesta para encabezar lista Carolina Lizárraga, lo mismo que Zenaida Solís.

En cualquiera de las tres opciones, Mirtha Vásquez era considerada para primera vicepresidenta del Congreso.

A las 12:15 del medio día, sin embargo, no había listas definidas al cien por ciento. Había reuniones en la sala Bolognesi, en la sala Basadre, en la sala Mariátegui, en la sala Grau, incluso, en los pasillos del Congreso. Fue entonces que Rocío Silva-Santisteban avisó a todas las bancadas para que aceleren en las negociaciones. Su objetivo era salir ya mismo del entrampamiento.

Así, a las 12:50 p.m., el Partido Morado decidió por la propuesta de Sagasti a la cabeza, junto con Mirtha Vásquez, Luis Roel y Matilde Fernández.

Para entonces ya habían recibido el compromiso de Alianza para el Progreso (APP) y el Frepap de acompañarlos con sus votos, sin tener presencia en la lista.

En cuanto a APP, según fuentes que estuvieron en la Junta de Portavoces del domingo, Luis Valdez se quebró cuando hizo mención a los dos jóvenes asesinados en las protestas.

Con el apoyo de otras bancadas y los nombres definidos, solo faltaban las firmas de los candidatos. Cerca de cumplirse el plazo, el asesor del Partido Morado, Carlo Magno Salcedo, fue visto corriendo por los pasillos para concretar esas rúbricas y hasta fue aplaudido por otros asesores. La lista finalmente llegó a ser presentada.

La segunda lista

Sobre la marcha, una segunda lista asomó para la disputa de los votos y fue ingresada a la 1:00 p. m., preciso instante en que vencía el plazo.

Esta segunda lista estaba liderada por María Teresa Cabrera, la parlamentaria de Podemos Perú que formó parte de la Mesa Directiva encabezada por Manuel Merino.

La acompañaban Leslye Lazo (Acción Popular) para la primera vicepresidencia; Mariano Yupanqui (ex Somos Perú) para la segunda presidencia); y Yéssica Apaza (UPP), para la tercera vicepresidencia.

Todo se cayó, sin embargo, a los minutos, cuando Leslye Lazo dirigió un documento al oficial mayor informando que habían incluido su nombre sin su consentimiento.

La bancada de Acción Popular se había reunido en el tercer piso del Congreso. Allí surgió una propuesta de lista integrada solamente por mujeres. Leslye Lazo estaba dispuesta a integrarla. Luego salió de la sala.

Cuando Ricardo Burga fue a buscarla para tener su firma en la lista de María Teresa Cabrera, la parlamentaria le dijo que no iba a participar. Según explicó a esta redacción, hizo un análisis político y familiar para desistir de dicha decisión.

Ricardo Burga (AP) formó parte de quienes propiciaron una lista con Cabrera al frente, a pesar de los cuestionamientos por sus declaraciones contra los manifestantes.

“Quieren seguir viviendo en (sic) una mamadera”, había exclamado, por ejemplo, la parlamentaria en una sesión de la Comisión de Justicia, donde votó en contra de citar al director de la Policía Nacional para que responda por la violencia cometida contra los manifestantes.

Burga sumó esfuerzos con José Vega (UPP) para concretar la segunda lista. Todo fue muy acelerado. “A mí me invitaron para poder participar minutos antes del cierre”, detalló a La República el parlamentario Mariano Yupanqui. La lista de las bancadas golpistas al final se cayó.

Hechos para la historia

Particular fue el rol asumido en toda esta etapa por Rocío Silva-Santisteban. Había encabezado una lista de consenso a invitación de Francisco Sagasti, pero no prosperó al momento de la votación. A pesar de ello, no declinó en su tarea de buscar consensos. Quizás fue por ello que Francisco Sagasti estuvo a punto de quebrarse cuando la saludó públicamente, luego de resultar elegido como presidente del Congreso.

Decisión importante también fue la de Francisco Sagasti quien anoche confirmó su renuncia a su candidatura para la vicepresidencia, junto con Julio Guzmán. Queda también para el registro el rol del Partido Morado que fue el único que votó en bloque contra la vacancia presidencial y tuvo la legitimidad necesaria para encabezar la nueva Mesa Directiva.

Francisco Sagasti, tras tomar juramento para la presidencia del Congreso, adelantó que trabajarán para recuperar la confianza de la ciudadanía.

“Lo que hemos visto en los últimos días en estas manifestaciones es un poderosísimo llamado de atención. No bastó la pandemia, no bastó la crisis económica, no bastaron los problemas de inseguridad, tuvimos que esperar la muerte de dos jóvenes para que nos caiga encima toda la enormidad de la situación”, dijo.

“Hoy no es un día de celebración”, agregó, al rendir homenaje a Inti Sotelo y Bryan Pintado, ambos asesinados por la PNP. Luego salió a exteriores del Congreso en búsqueda del reencuentro con la ciudadanía.

Reacciones

Martín Vizcarra, expresidente

“Felicito a Francisco Sagasti por su elección como presidente del Congreso. Saludo que haya primado la responsabilidad frente a intereses particulares. Solo una persona con principios democráticos podrá dar soporte a la difícil situación del país”.

Mesías Guevara, presidente de Acción Popular

“Felicito a Francisco Sagasti por haber alcanzado la votación respectiva. Le invoco que conforme un gabinete que garantice la transición y la gobernabilidad sobre una agenda consensuada. Le deseo éxitos por el bien del Perú”.

Verónika Mendoza, precandidata de NP

“La movilización ciudadana logró sacar a Merino e instalar un gobierno de transición y una dirección parlamentaria sin golpistas ni corruptos. Ahora toca seguir vigilantes. Sanción a los responsables del abuso policial”.

La abogada y feminista Mirtha Vásquez asume la presidencia del Congreso

La mañana del 10 de noviembre, mientras Manuel Merino usurpaba el cargo de la presidencia de la República, Mirtha Vásquez estaba con su medalla de congresista en las calles de Lima, acompañando a la juventud movilizada.

Por la noche, mientras los congresistas del bloque golpista seguían con los ojos vendados frente a la represión policial, Mirtha Vásquez acudía a algunas comisarías para brindar asistencia y apoyo a los jóvenes detenidos.

Recuérdese: la parlamentaria cajamarquina Mirtha Vásquez votó decididamente en contra de la vacancia presidencial, una actitud distinta a la mayoría de su bancada, el Frente Amplio.

Estos actos descritos de la última y agitada semana política solo ratifican una postura coherente de la legisladora que desde este martes asumirá la encargatura de la presidencia del Congreso, luego de ser elegida primera vicepresidenta en la lista de Sagasti.

Mirtha Vásquez llegó al Congreso en representación de Cajamarca, como invitada del Frente Amplio.

Abogada de profesión. Feminista. Defensora del medio ambiente. La parlamentaria es cercana Marco Arana, a través de la ONG Grufides, pero ello no tuvo mayor incidencia en sus decisiones: Arana estuvo a favor de la vacancia; Mirtha Vásquez votó en contra.

Ahora, desde este martes, la parlamentaria de Cajamarca asumirá el enorme reto de revertir la imagen de un Congreso cuya legitimidad está casi destruida.

Toca reconstruir nuestro sistema político

Paula Muñoz, politóloga

Aprobaron una vacancia, sin entender el rechazo ciudadano. Ahora les toca ceder. Deben comprender que están muy golpeados y eso implica, en principio, abocarse a un mínimo indispensable en la tarea legislativa y dejar los grandes temas para el nuevo Parlamento, que llegará con una legitimidad renovada en las urnas.

Ya no podrán seguir imponiendo agendas con intereses personales, sin escuchar a los sectores técnicos. Cualquier intento les puede resultar adverso ante la indignación ciudadana. Todos los mensajes de las manifestaciones eran claras: no nos representan.

Llegaron al Congreso con promesas, como la eliminación de la inmunidad parlamentaria, y generaron un peligro con el texto aprobado. Por lo mismo, temas como la reforma sobre el sistema bicameral deben quedar para el próximo Congreso, que tendrá un mejor tiempo para encaminar un debate legítimo, con actores renovados.

Hay temas mínimos por cumplir, como la aprobación de la ley del presupuesto. Podrían también dar muestras mínimas de cambio: dejar de blindar a congresistas sentenciados o solicitados por la Fiscalía.

En cuanto a la vacancia, costó entender, pero al final quedó claro cuáles eran los intereses. El objetivo no era lograr justicia o luchar contra la corrupción. Hubo cálculos políticos para tomar el poder y beneficiar a grupos particulares y también la impunidad. Los congresistas ni siquiera midieron el daño a sus partidos y ahora pueden ser castigados en las urnas.

Se abre una nueva etapa y tenemos una generación de jóvenes que deben meterse más en la política y el espacio público. Es una gran oportunidad para reconstruir nuestro sistema político.

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