Las calles de Pyonyang se convirtieron este sábado en escenario de un desfile militar que seguidores del fallecido exlíder Kim Jong Il organizaron al celebrarse su cumpleaños número 70. Los participantes juraron fidelidad absoluta ante los restos del Jong Il, fallecido de un infarto de miocardio el pasado 17 de diciembre. Otra actividad que concitó la atención fue el gran concierto que fue presidido por Kim Jong-un, hijo del desaparecido líder, junto a miembros principales de la cúpula del Partido de los Trabajadores. Según la agencia surcoreana Yonhap, "los intérpretes (del concierto) representaron el anhelo ilimitado y la veneración del personal militar y del pueblo hacia Kim Jong-il, quien erigió los cimientos eternos para la prosperidad del país y la felicidad de su gente".