“Los pobres son cada vez más pobres”: los efectos de la creciente crisis económica en Argentina
La pobreza ascendió a casi el 60% en Argentina (de cada 10 ciudadanos, 6 son pobres). Pese a que Javier Milei acusó directamente a la “casta política”, para la especialista Ana Natalucci, los ajustes del Gobierno han agravado la crisis.
La situación económica en Argentina es muy delicada, la plata no alcanza, los ajustes que realizó el Gobierno de Javier Milei han hecho que los “sectores que antes eran pobres ahora sean indigentes”. En pocas palabras, “los pobres son cada vez más pobres”, según la investigadora independiente del Conicet, directora del Observatorio de Protesta Social, Ana Natalucci.
El presidente Javier Milei no tuvo reparos en acusar a la “casta política” por la pobreza en Argentina, tras un nuevo estudio del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que determinó que el 57% de los ciudadanos tienen bajos recursos, es decir, más de 26 millones de personas.
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Los efectos de la creciente crisis económica en Argentina
—¿Cuáles son los sectores que más han sido afectados por la crisis económica?
—La Argentina ya venía con un fenómeno de pobreza alto, en torno al 35%. Lo que pasa es que el Gobierno de Javier Milei tomó algunas decisiones que tienen que ver con la liberalización del precio de los alquileres, alimentos y de cuestiones respecto a la salud, que hizo que hoy la canasta básica esté en torno a los 600.000 pesos argentinos.
Entonces, se calcula que, entre la fecha en la que el Gobierno asumió y hoy, hay 3 millones y medio más de pobres. Hay dos fenómenos: por un lado, la cristalización de la indigencia —es decir, los indigentes son más indigentes—, y además hay sectores que antes eran pobres y hoy son indigentes; pero además hay sectores de clase media que ya también son pobres.
Si vos alquilas y los salarios están planchados y el incremento del costo de vida es altísimo, entonces provoca que en realidad haya sectores de pobreza dentro de los sectores tradicionalmente de clase media.
—Javier Milei anunció que no se iba a realizar un aumento del sueldo básico. ¿Cómo esto va a repercutir en su gobierno con estas cifras de pobreza y malestar general?
—Lo que hizo el Gobierno fue convocar una reunión del salario vital mínimo y dijo que no lo iban a aumentar, y ahí hay dos problemas: por un lado, los trabajadores pobres son los que en general cobran el salario mínimo; entonces, si vos planchas con un salario mínimo de $100, está bajísima la Argentina. Entonces, si vos no aumentas el sueldo, lo que haces es provocar una consolidación de la pobreza, hoy no es que solamente hay más pobres, sino que los pobres son cada vez más pobres, que es un tipo más cualitativo de crecimiento y de consolidación de la pobreza.
Por el otro lado, hay muchos programas sociales que estaban asociados al salario mínimo; entonces, todos aquellos sectores, pobres o indigentes cada vez son más pobres o indigentes. La situación hoy en la Argentina es muy delicada, porque efectivamente la plata no alcanza y el Gobierno está empeñado en desmejorar las condiciones de vida de un modo muy acelerado.
Hoy lo que hay es un fenómeno de conflicto social in crescendo que el Gobierno responde solamente con represión muy brutal, violando cualquier tipo de disposición de organismos multilaterales, y, por el otro lado, una cuestión que tiene que ver con un malestar social importante del cual todavía no estamos viendo los efectos.
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—Lo que originó el estallido social en Chile fue lo del precio del transporte público, ¿esto podría tal vez ocasionar un estallido también en Argentina o no cree que esté muy próximo este tipo de escenario?
—El caso de Chile es diferente porque se dijo que no son 30 pesos, sino 30 años (del sistema chileno), y ahí fue como la gota que rebalsó el vaso, de un proceso que venía como de neoliberalismo.
En Argentina me parece que no es una gota del vaso, sino es una estrategia del Gobierno de Milei, pero de los sectores dominantes, más concentrados de la economía argentina, que generan una disposición brutal, una redistribución brutal de la riqueza de los sectores populares a los sectores altos, junto con la desarticulación de una serie de mecanismos con los cual el Estado y las organizaciones ofrecían contención.
Javier Milei acusó a la “casta política” por la pobreza en Argentina. Foto: AFP
Entonces, en este contexto, yo creo que la idea de un estallido —y más con la tradición que tiene la Argentina— es bastante posible. Nosotros tenemos una base estadística de protesta y estuvimos trabajando un poco algunos números de la pandemia, y había un nivel de conflictividad muy alto. Yo creo que sí es una posibilidad que haya una explosión social y creo que por eso el Gobierno también tiene mucha de su estrategia en reprimir.
Ese fantasma del estallido social está en todos los sectores organizados en la sociedad en general.
—¿Cuánto le va a durar el discurso de la casta política en estos momentos donde se critica al arte?
—Al Gobierno de Milei lo caracterizaría dentro de los neofascismos, dentro de la derecha radical, en la línea de Trump, de Bolsonaro, de Italia, de Hungría, de Vox y de todo ese tipo de experiencias de derecha radical fascista.
En ese contexto, a mí no me sorprende que se empeñen contra algunas artistas, por ejemplo, Lali, porque además La Libertad Avanza (partido de Milei) es misógino, machista, antifeminista. Van contra los derechos de las mujeres, son superconservadores en ese aspecto y me parece que eso lo hace sobre todo para fidelizar su base electoral de varones jóvenes.
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—¿Esta crisis económica es similar a la de 2001 o es más grave?
—Yo creo que ahora es más grave porque me parece que en 2001 veníamos con 10 años de un programa neoliberal ortodoxo, pero ahora hay una pobreza mayor, la inflación complica un montón y el Gobierno está desmantelando todas las políticas de contención.
—¿Javier Milei se está dirigiendo a tener un Gobierno represor?
—Sí, sin duda. El Gobierno de Milei tiene como esperanza frenar la esperanza callejera con represión y eso es un problema porque, cuando reprimen, más se generaliza la violencia.
