Los 6 países de América donde un sofware se infiltró en celulares para robar información personal
El malware Pegasus permite adentrarse a los móviles de forma casi indetectable. ¿Perú está en la lista de perjudicados?
Para algunos, la tecnología significó un avance para la humanidad, un símbolo de progreso, bandera del mundo sofisticado al que nos enrumbabámos. Ese discurso excesivamente positivo excluyó a las manipulaciones con intereses determinados. Poseedora de formas cada vez más complejas de espionaje, la empresa israelí NSO Group comercializó el sofware Pegasus. En un principio, se dijo que su fin era vigilar acciones terroristas o criminales, en celebrada contribución al crimen organizado. Evidencia de The Washington Post y The New York Times desmienten ese objetivo preliminar. Dispositivos de periodistas, políticos disidentes al status quo y activistas de derechos humanos fueron ultrajados.
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El Gobierno israelí no fue el único grupo de poder que instrumentalizó el espionaje. El Times descubrió que el FBI compró en 2019 el sofware para vigilar a norteamericanos sindicados arbitrariamente como objetos de seguimiento. Recién en 2021 la agencia de inteligencia decidió dejar de utilizarlo.
Para entonces, NSO había dejado de ser una corporación emergente con sede en un gallinero de una cooperativa agrícola. Desde 2011, Pegasus se comenzó a ofertar. Las autoridades mexicanas lo adquirieron para apresar al narcotraficante Joaquín Guzmán Lorea. En el viejo continente, su correcto empleo fue dirigido a finiquitar con una red de abuso infantil.
En paralelo, comenzaron los siniestros direccionamientos. México espió periodistas y opositores. Arabia Saudita robó información de abogados abocados a los derechos humanos. Por ejemplo, contactos de Jamal Khashoggi, el columnista de The Washington Post, asesinado por agentes saudíes en 2018. Emiratos Árabes Unidos se infiltró al teléfono de Ahmed Mansoor, un enfático crítico del régimen.
Investigaciones de The Citizen lba y Amnistía Internacional evidencian que en 2021 se publicaron en el mercado negro 50.000 números de teléfono de hasta 50 países que podrían haber sido hackeados por el programa. Entre ellos, combinaciones provenientes de Estados Unidos, México, El Salvador, Canadá, Brasil y Guyana Francesa.