EFE./ Una joven de 30 años embarazada de cinco meses que viajaba en el crucero Costa Concordia y que perdió a su bebé después de que el buque naufragara el pasado 13 de enero en aguas de la isla italiana del Giglio pedirá una indemnización de un millón de euros. Los médicos que atendieron a la joven, Cristina M., aseguraron que la pérdida podía atribuirse al estrés psicofísico.