El papa León XIV pide una tregua global de un día por Navidad: "Renuevo mi llamado a todas las personas"
León XIV, en su primera misa de Nochebuena, abordará los conflictos globales y reforzará su compromiso con una Iglesia basada en la misericordia y la atención a los más vulnerables.
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El Papa León XIV hizo este martes un llamado a una tregua global de 24 horas con motivo de la Navidad, apelando a la conciencia de las naciones y a la buena voluntad de los pueblos. Desde la residencia de Castel Gandolfo, cercana a Roma, el pontífice expresó su deseo de que, al menos durante la festividad del nacimiento de Jesucristo, se respete un día de paz en todo el mundo.
Durante sus declaraciones, manifestó una profunda tristeza ante la aparente negativa de Rusia a acoger la propuesta. "Renuevo mi llamado a todas las personas de buena voluntad para que respeten un día de paz, al menos en la festividad del nacimiento de nuestro Salvador".
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León XIV presidirá el miércoles por la noche su primera misa de Nochebuena desde su elección como papa. Al día siguiente, impartirá la tradicional bendición urbi et orbi, ocasión en la que, siguiendo la costumbre, abordará los principales conflictos que afectan al mundo y renovará su llamado a la paz y al diálogo entre las naciones.
Instan a los funcionarios del Vaticano a dejar sus ambiciones
Un día antes, el papa León XIV exhortó a los cardenales y altos funcionarios del Vaticano a abandonar las ambiciones personales y las luchas de poder, al dirigirse a la Curia Romana durante el tradicional saludo navideño. En un mensaje de tono moderado, el pontífice estadounidense y peruano retomó una práctica impulsada por su antecesor, el papa Francisco, al insistir en la necesidad de mayor humildad y en el rechazo a toda “sed de dominación” dentro del gobierno de la Iglesia.
Durante su intervención, León XIV reconoció que las dinámicas asociadas al ejercicio del poder no se transforman con facilidad y alertó sobre la persistencia de intereses individuales en la burocracia vaticana. Además, destacó el valor de la confianza y la cooperación en medio del desgaste cotidiano: “Es hermoso encontrar amigos en quienes podamos confiar, cuando las máscaras y los subterfugios caen”.
El mensaje se inscribe en la línea marcada por el papa Francisco durante sus doce años de pontificado, periodo en el que utilizó reiteradamente las felicitaciones navideñas para cuestionar con dureza a la Curia y romper con la lógica del poder. En esa misma línea, León XIV planteó una pregunta al Vaticano: “¿Es posible ser amigos en la Curia Romana? ¿Tener relaciones de auténtica amistad fraterna?”, una reflexión que evidenció que las tensiones siguen siendo un desafío vigente en la institución católica.
La importancia del legado de Francisco en el Vaticano
Asimismo, el sumo pontífice aseguró que continuará con la visión reformadora impulsada por el papa Francisco. Dejó en claro que defenderá una Iglesia centrada en la misericordia, la evangelización y la atención a los más vulnerables, pilares que definieron el magisterio de su antecesor, fallecido a comienzos de este año.
En su intervención, León rindió homenaje a su “amado predecesor”, a quien describió como una “voz profética” y un pastor cuyo estilo colocó en el centro a los pobres y excluidos. Recordó que Francisco dedicó su pontificado a construir “una Iglesia alegre, acogedora con todos y atenta a los más pobres”, y aseguró que ese legado marcará la línea de continuidad de su propio gobierno al frente de la Iglesia católica.
El mensaje papal se articuló en torno a dos ejes centrales de la renovación eclesial: la misión y la comunión. Inspirándose en la exhortación Evangelii Gaudium, León instó a la Iglesia a ser misionera por naturaleza, abierta al mundo y sin encerrarse en sí misma. En ese marco, subrayó que las estructuras eclesiales “no deben lastrar ni frenar el progreso” del Evangelio y pidió una mentalidad “más misionera”.



















