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Este es el laberinto natural más grande de América Latina: tiene senderos, puertas y paredes de 4 metros de altura

Claudio Levi creó el Laberinto Patagonia en El Hoyo, Argentina, el más grande de Sudamérica, que se ha convertido en un atractivo turístico de la Comarca Andina.

El Laberinto Patagonia, ubicado en El Hoyo, Chubut, es el laberinto natural más grande de Latinoamérica. Foto: Río Negro/ Marcelo Martínez
El Laberinto Patagonia, ubicado en El Hoyo, Chubut, es el laberinto natural más grande de Latinoamérica. Foto: Río Negro/ Marcelo Martínez

El Laberinto Patagonia, conocido como el laberinto natural más grande de América Latina, se encuentra en El Hoyo, una localidad de la Comarca Andina, en la provincia de Chubut, Argentina. Construido por Claudio Levi, este impresionante laberinto cuenta con paredes de cipreses que alcanzan los cuatro metros de altura, además de una serie de caminos serpenteantes y puertas que transforman la experiencia en un desafío inmersivo y único para sus visitantes.

Este proyecto, iniciado en 1996, es un emblema de perseverancia y creatividad. Levi, quien deseaba construir un espacio diferente en la Patagonia, encontró en los paisajes de El Hoyo el sitio ideal para realizar su sueño de crear un laberinto natural. Gracias a su diseño y magnitud, el Laberinto Patagonia ofrece una experiencia donde se combina el encanto natural con la aventura, invitando a explorar y perderse en sus caminos cuidadosamente trazados.

¿Por qué fue construido el Laberinto Patagonia?

Claudio Levi, un apasionado de los laberintos, se inspiró en los grandes laberintos europeos y en su amor por la naturaleza para construir una obra maestra única en la región patagónica. Este emprendimiento nació de un sueño que Levi alimentó durante años: crear un espacio de desconexión y reflexión en medio de un entorno natural que ofreciera paz y desafío al mismo tiempo. En 1996, finalmente decidió comenzar la construcción en El Hoyo, en la Comarca Andina de Chubut, atraído por su clima favorable y la belleza del paisaje.

 Claudio Levi, inspirado por los laberintos europeos y su pasión por la naturaleza, comenzó este proyecto en 1996. Foto: La Nación

Claudio Levi, inspirado por los laberintos europeos y su pasión por la naturaleza, comenzó este proyecto en 1996. Foto: La Nación

El sitio elegido era, en sus inicios, un mosquetal, una zona tupida de arbustos y espinas que representaba un reto considerable. Con paciencia y esfuerzo, Levi transformó el área en un espacio abierto y despejado, donde podría plantar las primeras líneas de cipreses macrocarpas. Durante los primeros años, el cuidado y crecimiento de estos árboles fue un proceso minucioso, ya que la formación de los muros verdes requería precisión para alcanzar la altura y densidad deseada. Así, Levi convirtió un terreno agreste en el laberinto de cipreses que hoy es un atractivo turístico notable en Argentina.

¿Cómo está diseñado el laberinto?

El diseño del Laberinto Patagonia se caracteriza por su complejidad y su estética natural. Con una estructura inspirada en patrones geométricos, el laberinto cuenta con caminos que suman kilómetros de senderos, con paredes que llegan a cuatro metros de altura, lo que convierte el recorrido en un verdadero desafío para quienes se atreven a explorarlo. Levi trabajó junto a expertos en diseño de jardines para crear un trazado que no solo fuera intrincado, sino también visualmente atractivo, aprovechando las tonalidades de los cipreses y los efectos de luz natural.

 Más allá de ser un lugar turístico, el Laberinto Patagonia ofrece una experiencia inmersiva que invita a la reflexión y el desafío. Foto: Río Negro

Más allá de ser un lugar turístico, el Laberinto Patagonia ofrece una experiencia inmersiva que invita a la reflexión y el desafío. Foto: Río Negro

El proceso de construcción incluyó la plantación de más de mil cipreses macrocarpas que fueron cuidados con esmero durante casi dos décadas. Las dimensiones y el diseño de esta obra han hecho que el Laberinto Patagonia sea catalogado como el laberinto natural más grande de América Latina. Las puertas ubicadas en puntos estratégicos del laberinto añaden un componente adicional de sorpresa, invitando a los visitantes a descubrir nuevos caminos y desafíos en cada visita. Actualmente, es una de las principales atracciones turísticas en la Patagonia, recibiendo miles de visitantes que buscan vivir una experiencia de exploración y desconexión.

Un laberinto que invita a la introspección y a la diversión

Más que un simple atractivo turístico, el Laberinto Patagonia se ha convertido en un lugar de reflexión y desconexión en el corazón de la Comarca Andina. Sus senderos brindan un espacio único donde los visitantes pueden disfrutar de momentos de introspección y serenidad. Al mismo tiempo, el laberinto ofrece un reto lúdico que despierta la curiosidad y el sentido de aventura de quienes lo recorren. Levi quiso que este espacio reflejara la conexión entre el ser humano y la naturaleza, promoviendo un turismo de cercanía que permite a los visitantes sumergirse en un entorno natural inigualable. La atracción, que abarca más de 8.000 metros cuadrados, se ha convertido en un destino turístico destacado en la región.

El Laberinto Patagonia se encuentra abierto al público y es accesible durante todo el año, con una creciente afluencia de turistas que llegan desde diversas partes de Argentina y del mundo. Las opiniones de los visitantes destacan la combinación de tranquilidad y desafío que caracteriza a este espacio, convirtiéndolo en una experiencia ideal para familias, parejas y aventureros. El Hoyo, Chubut, se posiciona así como un destino imperdible en la Patagonia, atrayendo a quienes buscan una experiencia única entre sus paisajes y un recorrido que mezcla naturaleza, diseño y emoción.