El telescopio más grande y potente del mundo estará en Sudamérica en 2030: analizará planetas en busca de signos de vida
Este avance tecnológico no solo transformará la investigación astronómica, sino que también posicionará a este país como un centro clave en la exploración de exoplanetas y galaxias lejanas.
En 2030, la astronomía entrará en una nueva era con la inauguración de un telescopio sin precedentes. Este ambicioso instrumento científico promete ofrecer detalles del universo hasta ahora inalcanzables, ya que permitirá a los astrónomos observar planetas distantes y estudiar sus atmósferas con una claridad sin precedentes. El impacto de este avance no solo radica en su tamaño, sino en la posibilidad de cambiar la forma en que comprendemos la vida fuera de nuestro planeta.
Este telescopio es parte de un esfuerzo colaborativo de ingeniería y ciencia que busca expandir las fronteras de la astronomía. Diseñado para captar imágenes de máxima precisión, ayudará a responder preguntas fundamentales sobre la formación de galaxias y la composición de planetas similares a la Tierra.
La construcción del proyecto inició en 2014 y su finalización se pospuso dos años debido a la pandemia. Foto: Sofía Yanjarí
¿En qué país de Sudamérica se está construyendo el telescopio más potente?
El Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en inglés), que será el telescopio más grande y avanzado de la Tierra, estará ubicado en Chile, en el árido y elevado desierto de Atacama. Este sitio fue elegido estratégicamente por el Observatorio Europeo Austral (ESO) debido a las condiciones ideales para la observación astronómica: cielos despejados, baja humedad y una atmósfera estable. Con su espejo primario de 39,3 metros de diámetro, el ELT se convertirá en el telescopio óptico e infrarrojo más grande jamás construido.
Luis Chavarría, astrónomo y representante de ESO en Chile, destacó la importancia de este telescopio al compararlo con la revolución que significó el primer telescopio de Galileo. “El resultado de sus operaciones, previstas a partir de 2028, puede ser un cambio de paradigma en la manera en que es visto el universo”, indicó. El ELT permitirá analizar con precisión detalles de galaxias lejanas, agujeros negros y otros fenómenos cósmicos nunca antes observados con tanta claridad.
¿Cómo buscará signos de vida en otros planetas?
Uno de los objetivos principales del Telescopio Extremadamente Grande (ELT) será el estudio de exoplanetas para identificar signos de vida en el cosmos. Su capacidad para analizar las atmósferas de estos planetas permitirá detectar posibles biomarcadores como el oxígeno o el metano, que podrían indicar actividad biológica. Michaël Marsset, astrónomo de ESO, explica que el tamaño del espejo del ELT será determinante para alcanzar estas metas. “Mientras más grande es un telescopio, mayores son los detalles que podemos ver en el universo”, señaló.
El telescopio buscará planetas similares a la Tierra y analizará su composición química, puesto que se enfocará en aquellos que orbitan en zonas habitables de estrellas cercanas. Estos estudios podrían ofrecer respuestas a algunas de las preguntas más complejas de la ciencia actual y, con suerte, señalar la existencia de vida en otros rincones del universo.
La construcción del Telescopio Extremadamente Grande (ELT) vista desde el Observatorio Paranal. Foto: Sofía Yanjarí
¿Por qué fue elegido Chile para este proyecto?
El desierto de Atacama en Chile es uno de los lugares más secos y despejados del planeta, lo que lo convierte en un lugar óptimo para la astronomía de alta precisión. Gracias a esta ubicación privilegiada, Chile alberga otros telescopios importantes, como el Very Large Telescope (VLT), también administrado por ESO. A 3.046 metros sobre el nivel del mar, el ELT contará con espejos adaptativos que corregirán la distorsión de la atmósfera terrestre, con lo que brindará imágenes de una claridad excepcional.
Este proyecto no solo representa un avance en la tecnología astronómica, sino también una proeza de ingeniería, ya que el espejo principal estará compuesto por 798 segmentos hexagonales de vidrio cerámico ensamblados como un panal. Este diseño único permitirá captar imágenes cinco veces más nítidas que el telescopio espacial James Webb, proporcionando a los científicos datos con un nivel de detalle sin precedentes.
El megaproyecto se está realizando en el gran desierto de Atacama, en Chile, y es el segundo en esta parte del país sudamericano. Foto: Sofía Yanjarí
¿En qué se diferencia del Telescopio Gigante de Magallanes?
El Telescopio Extremadamente Grande (ELT) y el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT) son dos ambiciosos proyectos astronómicos que se desarrollan en el desierto de Atacama, Chile. Aunque ambos buscarán explorar exoplanetas y galaxias distantes, el ELT tendrá un espejo de 39,3 metros, mucho mayor que los 25,4 metros del GMT. Esta diferencia permitirá al ELT captar imágenes con una mayor resolución y precisión. Juntos, posicionarán a Chile como un centro global de observación astronómica avanzada.
El proceso de construcción del ELT ha enfrentado diversos desafíos, desde las condiciones extremas del desierto hasta los retos logísticos y de infraestructura. A pesar de los contratiempos, más del 50% del proyecto está completado, y se espera que su impacto en el conocimiento astronómico sea significativo. La astrónoma Marcela Espinoza, operadora en Paranal, comparte el entusiasmo de la comunidad científica: “Tenemos muchas expectativas, ojalá también me toque su monitoreo”.