Liberación anticipada de presos para descongestionar cárceles británicas
Unos 1.750 presos comenzaron a ser liberados a primera hora del martes en las superpobladas cárceles en Reino Unido, un país en situación de "emergencia", debido a las pocas plazas disponibles en las prisiones, según las autoridades.
"De todos los escándalos que hemos heredado (del anterior gobierno conservador), el estado del sistema penitenciario y judicial es probablemente el peor de todos y es una decisión difícil", admitió el ministro británico de Comercio, Jonathan Reynolds, a la cadena Sky News, calificando la medida como "respuesta de emergencia".
De este modo, los presos que pueden optar a la libertad anticipada bajo supervisión judicial pueden dejar la cárcel cuando hayan cumplido el 40% de su condena, en lugar del 50% como hasta ahora.
Los presos beneficiados con esta medida se añadirán a los aproximadamente mil que son liberados cada semana tras haber cumplido la mitad de su pena.
El inspector jefe de prisiones, Charlie Taylor, aseguró a la BBC que el gobierno "no tenía otra opción".
Algunos hechos ocurridos en los últimos tiempos agravaron la situación, como los disturbios de extrema derecha que sacudieron el Reino Unido a finales de julio, en los que más de 200 personas fueron condenadas a penas de cárcel.
"La presión sobre nuestras prisiones es extrema. Tenemos la población (carcelaria) más alta que jamás se haya visto en este país", añadió en la misma radio Martin Jones, inspector jefe de los servicios de libertad vigilada, que se ocupa del seguimiento de los presos que dejan las cárceles.
"Las prisiones están cerca del 100% de su capacidad y por lo que entendí ayer solo quedan un par de centenares de plazas" libres, subrayó.
Tras llegar al poder a principios de julio, el gobierno laborista anunció esta medida que no afecta a las personas condenadas a penas superiores a cuatro años ni a las que hayan cometido delitos sexuales.
A principios de septiembre, la población carcelaria en Inglaterra y Gales ascendía a 88.521 personas, un récord histórico que el primer ministro Keir Starmer describió como un "punto de inflexión".
Al mismo tiempo, la ministra de Justicia, Shabana Mahmood, anunció la creación de nuevas prisiones.
En la actualidad se están construyendo seis cárceles, lo que crearía 20.000 plazas adicionales.