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La última esposa de Hugh Hefner revela los escalofriantes secretos de vivir en la mansión Playboy

Crystal Hefner comparte su vivencia en la Mansión Playboy, destapando la realidad detrás del glamour aparente. La última esposa del creador de la revista brindó detalles nunca antes contados sobre su vida dentro de la famosa residencia.

Dentro de su libro, la viuda de Hefner relata los hechos perversos que vivió dentro de la lujosa mansión Playboy. Foto: composición LR/InTouch/AFP/LaTercera
Dentro de su libro, la viuda de Hefner relata los hechos perversos que vivió dentro de la lujosa mansión Playboy. Foto: composición LR/InTouch/AFP/LaTercera

Crystal Hefner, la viuda de Hugh Hefner, ha decidido abrir el libro de sus memorias y revelar la cruda realidad que se escondía tras los muros de la icónica Mansión Playboy tras años de silencio. En un relato que rompe con la imagen de fantasía asociada a la famosa residencia, Crystal expone una vida llena de restricciones, exigencias y un ambiente que dista mucho del sueño libertino que muchos imaginaban. Esta decisión de hablar no solo arroja luz sobre su experiencia personal, sino que también cuestiona la percepción pública de Hugh Hefner y su legado.

La historia de Crystal Hefner dentro de la Mansión Playboy está llena de contradicciones. Por un lado, el lujo y la opulencia rodeaban su día a día; por otro, una serie de reglas estrictas y a menudo humillantes marcaban cada aspecto de su vida y la de otras mujeres que compartían el techo con el magnate de los medios. Este contraste entre la imagen pública de la mansión y la realidad vivida por sus habitantes pone en perspectiva el verdadero costo de la fama y la fortuna en el mundo de Hefner.

Crystal Hefner, la última esposa de Hugh Hefner

La estancia de Crystal Hefner en la mansión Playboy, según su propio relato, fue una mezcla de lujo superficial y opresión profunda. Aunque inicialmente podría haber sido vista como un símbolo de estatus y un lugar de pertenencia para alguien proveniente de una familia rota, la realidad detrás de las puertas de la mansión era mucho más compleja y, en muchos aspectos, perturbadora.

   Hugh Hefner y Crystal Harris se casaron en la Navidad de 2012, cuando ella tenía 26 años y él, 86 Foto: People

  Hugh Hefner y Crystal Harris se casaron en la Navidad de 2012, cuando ella tenía 26 años y él, 86 Foto: People

Crystal describe un ambiente donde la libertad personal estaba severamente limitada. Hugh Hefner, su esposo, imponía reglas estrictas sobre cómo debía vivir, desde su apariencia física hasta sus interacciones sociales. Ella menciona cómo Hefner controlaba aspectos de su imagen, como su cabello rubio y el uso de ropa y tacones específicos, lo que la hacía sentirse como si estuviera usando un "disfraz". Además, sus implantes mamarios, que más tarde decidió remover, fueron otro ejemplo de cómo se sentía presionada a cumplir con un ideal específico de belleza.

Crystal también narra las restricciones a su libertad de movimiento; raramente se le permitía salir de la mansión y había un toque de queda cuando Hefner estaba en casa. Las actividades dentro de la mansión incluían cenas tempranas seguidas de noches de películas clásicas o encuentros sexuales grupales, que ella describe como "vergonzosos y forzados", donde la presencia de muchas personas en su dormitorio era común.

La vida en la mansión Playboy se caracterizaba por su aspecto de encierro y control, hasta el punto de que Crystal sentía que vivía en una "burbuja" entre los 21 y 31 años, siendo recompensada por su dependencia y participación en prácticas que ahora considera extrañas y competitivas. La relación con Hefner, aunque inicialmente parecía ofrecer un sentido de pertenencia y seguridad, con el tiempo reveló su naturaleza tóxica y desequilibrada.

A pesar de estas experiencias negativas, Crystal también menciona momentos de felicidad y reconoce que su estancia en la mansión le dejó en una posición económica cómoda. Sin embargo, los daños psicológicos que sufrió durante su estancia en la mansión son profundos y multifacéticos, reflejando las complejas dinámicas de poder, control, y objetivización a las que estuvo sometida.

 Crystal Harris fue la última cónyuge de Hugh Hefner. Foto: Eonline

Crystal Harris fue la última cónyuge de Hugh Hefner. Foto: Eonline

¿Cuáles fueron los daños psicológicos que sufrió Crystal Hefner?

Pérdida de Autonomía Personal

Crystal describe cómo su vida estaba estrictamente controlada por Hugh Hefner, desde su apariencia física hasta sus movimientos cotidianos. Esta pérdida de autonomía puede llevar a una disminución significativa de la autoestima y una sensación de pérdida de identidad personal.

Objetivización y Presión Estética

La presión constante para cumplir con un ideal específico de belleza, incluyendo la modificación de su cuerpo a través de implantes mamarios y el mantenimiento de una apariencia física que no reflejaba su verdadero yo, contribuyó a una imagen corporal distorsionada y problemas de autoestima.

Aislamiento y Control Social

El hecho de que se le restringiera salir de la mansión y que sus interacciones estuvieran limitadas y monitoreadas creó un entorno de aislamiento. Este tipo de control social puede llevar a sentimientos de soledad, depresión y ansiedad.

Experiencias Traumáticas en Relaciones Sexuales

Las descripciones de Crystal sobre las orgías y encuentros sexuales forzados y no deseados pueden ser traumáticas, llevando a posibles trastornos de estrés postraumático (TEPT), así como a problemas relacionados con la intimidad y la sexualidad.

Dependencia Emocional y Financiera

La dependencia emocional y financiera en una figura de poder como Hugh Hefner, combinada con la falta de alternativas percibidas, puede generar una compleja dinámica de abuso psicológico, donde la víctima puede sentirse atrapada y sin capacidad de salida.

Cuestionamiento del Propio Valor

Viviendo en un entorno que valoraba a las mujeres principalmente por su apariencia y disposición a participar en prácticas sexuales, es probable que Crystal haya experimentado un profundo cuestionamiento de su valor más allá de estos atributos, impactando negativamente su autoconcepto.

Síndrome de Estocolmo

Crystal menciona un sentimiento que se asemeja al Síndrome de Estocolmo, donde desarrolló una lealtad complicada hacia Hefner, a pesar de las dinámicas abusivas. Este fenómeno puede complicar el proceso de recuperación y la percepción de la relación.

Dificultades en Relaciones Posteriores

Ella reconoce que le cuesta mantener relaciones sentimentales, lo que sugiere que las experiencias en la mansión han afectado su capacidad de formar vínculos saludables y confiar en los demás.

Las reglas de la mansión Playboy

La dinámica de poder dentro de la Mansión Playboy, marcada por un control estricto y una jerarquía rígida con Hugh Hefner en la cúspide, tuvo un impacto significativo en la salud mental de sus habitantes. La presión por cumplir con estándares estéticos específicos, participar en actividades que no siempre eran de su agrado y vivir bajo constantes restricciones afectaba su autoestima y bienestar psicológico. La falta de autonomía y la presión por complacer a Hefner generaban un ambiente de estrés y ansiedad, donde el valor personal a menudo se medía por la aprobación de Hefner.

 La Mansión Playboy eran tanto explícitas como implícitas, diseñadas para mantener un control férreo. Foto: El Mundo.

La Mansión Playboy eran tanto explícitas como implícitas, diseñadas para mantener un control férreo. Foto: El Mundo.

Las reglas impuestas por Hugh Hefner en la Mansión Playboy eran tanto explícitas como implícitas, diseñadas para mantener un control férreo sobre las vidas de las mujeres que residían allí. Desde códigos de vestimenta hasta horarios estrictos, pasando por la prohibición de relaciones personales fuera del círculo de Hefner, cada aspecto de la vida en la mansión estaba regulado. Además, se esperaba que las residentes participaran en fiestas y eventos, muchas veces en roles que rozaban lo decorativo, reforzando la idea de que su valor residía en su apariencia.

Dentro de las historias en torno a la mansión Playboy, resaltan existencia de ciertas 'reglas', las cuales eran interpuestas por Hugh Hefner. Crystal indicó como una de esas normas al impedimento de salidas.

Según relata, existía “un cierto arresto domiciliario”. Sin embargo, esta sería una de las 'reglas' menos denigrantes para las habitantes de esta residencia.

Un accionar que se convirtió en una regla en la vida de la familia Hefner fue la realización de orgías, las cuales se llevaban a cabo los domingos y eran conformadas por más de 200 personas. Crystal relató que, durante estos encuentros, Hugh aprovechaba para abusar de la ingesta de viagra, medicamento que terminó dejándolo sordo. “'Hef' siempre decía que prefería estar sordo y poder seguir practicando sexo”, manifestó.