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Inflación en Argentina superará el 250% y la economía caerá en 2,3% en 2024, según OCDE

La OCDE anticipa un escenario económico desafiante para Argentina en 2024, con una inflación que alcanzará el 250,6%, un aumento significativo con respecto al 134,5% registrado en 2023.

La inflación se convierte en uno de los problemas más acuciantes para la economía de Argentina. Foto: Composición LR/AFP
La inflación se convierte en uno de los problemas más acuciantes para la economía de Argentina. Foto: Composición LR/AFP

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) emitió un informe preocupante sobre la economía de Argentina, pues detalló que su inflación superará el 250% en el año 2024, acompañada de una caída económica del 2,3%. Este pronóstico sombrío destaca la magnitud de los desafíos económicos que enfrenta el país, en un contexto marcado por políticas monetarias y fiscales en revisión bajo la administración del presidente Javier Milei.

La situación inflacionaria en Argentina alcanzó niveles críticos, exacerbada por decisiones políticas y fluctuaciones en el mercado global. La OCDE señaló que este incremento de la inflación, que se prevé que alcance el 250,6%, representa un salto significativo con relación al 134,5% registrado en 2023. Además, la economía argentina experimentará una contracción del 2,3%, lo que indica una recesión que afectará el bienestar de la población y la estabilidad económica general.

OCDE anticipa un escenario negativo en la economía argentina

El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre la economía argentina en 2024 es un análisis exhaustivo que destaca los desafíos relevantes que enfrenta el país. Más allá de la proyección de inflación del 250,6% y la recesión del 2,3%, la OCDE anticipa una recuperación económica para 2025, con un crecimiento del PIB proyectado del 2,7% y una inflación reducida al 64,7%. Este informe subrayó la importancia de adoptar políticas económicas efectivas para navegar por la compleja situación actual y sentar las bases para una recuperación sostenible.

En 2021 los precios al consumo subieron un 50,9%. Foto: AFP

La inflación en 2024 superará el porcentaje de 134,5% del 2023. Foto: AFP

El presidente Javier Milei ha implementado una serie de medidas económicas destinadas a combatir la inflación y estabilizar la economía. Estas incluyen la liberalización de precios y una devaluación del peso argentino para incentivar la inversión y mejorar la competitividad de las exportaciones argentinas. Sin embargo, las políticas también han generado preocupaciones sobre sus efectos a corto plazo en la inflación y la estabilidad económica.

El informe, que anticipa una inflación del 250,6% en Argentina, revela el contraste con el aumento significativo del 134,5% del 2023. Se destaca la influencia de las políticas del presidente Javier Milei.

Argentina, tercera economía de América Latina, sufre desde hace años de muy alta inflación, con 50,9% en 2021. Foto: AFP

Argentina enfrentaría una inflación de más de 250,6%. Foto: AFP

¿Cuál es la situación de la inflación en Argentina?

La inflación en Argentina se ha convertido en uno de los problemas más acuciantes para la economía nacional, con proyecciones que indican un agravamiento de esta tendencia en 2024. La escalada inflacionaria afecta a todos los estratos de la sociedad argentina, ya que incrementó el costo de vida y erosionó el poder adquisitivo de los ciudadanos. Las causas de este fenómeno son múltiples y complejas, incluidas políticas económicas internas, presiones inflacionarias globales y dinámicas de mercado específicas del país.

El alza del valor del dólar en el mercado paralelo (1,90% a 483 pesos este lunes pasado) se refleja en remarcaciones de precios. Foto: AFP

La inflación incrementó el costo de vida en Argentina. Foto: AFP

Los precios de bienes y servicios aumentan, lo cual dificulta la capacidad de las personas para cubrir necesidades básicas, como alimentación, vivienda, y salud. Además, la inflación puede llevar a la incertidumbre económica y repercute la inversión y el empleo. Esto se traduce en retos para planificar gastos y ahorros, pues afecta tanto a individuos como a empresas.