Tiene 102 años y da clases de fitness 4 días a la semana: “Cuando sea vieja me detendré”
“Mis alumnos dicen que soy mala porque, cuando hacemos ejercicios, quiero que lo hagan bien y que usen todos sus músculos”, manifestó Jean Bailey, quien reveló el secreto de su longevidad.
La edad para Jean Bailey es solo un número, puesto que a sus 102 años goza de una envidiable salud física y mental. Ella es instructora de fitness y trabaja cuatro días a la semana en el hogar para adultos Elk Ridge Village Senior Living, en Omaha, Estados Unidos. Sus 10 alumnas son muy disciplinadas. “Cuando sea vieja me detendré”, aseguró la carismática mujer.
Bailey lleva tres años como profesora de gimnasia desde el inicio de la pandemia del coronavirus, cuando todos estaban encerrados. En aquel entonces, convocó a sus vecinos a que sacaran sus sillas a los pasillos para realizar ejercicios con ella. Su única motivación fue mantenerse activa.
“Realmente creo que, si no mantienes tu mente y tu cuerpo ocupados, ¿por qué estás aquí?”, resaltó. Desde ese momento, todos los días, a las 9.45 a. m., comenzaban sus clases.
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¿Cómo son sus lecciones?
La mujer enseña durante 30 minutos los lunes, miércoles, jueves y sábados. Todas sus clases empiezan con una oración. Jean les hace hacer a sus alumnos 20 tipos de estiramientos para la parte superior e inferior del cuerpo, con distintas flexiones de pies y de brazos.
“Mueven absolutamente todas las partes del cuerpo, desde las manos hasta los dedos de los pies”, explicó Bailey en una de sus sesiones. “Nos hicimos muy buenos amigos en nuestro piso. Cada uno de nosotros haría algo por cualquiera”, añadió.
¿Quién es Jean Bailey?
Jean Bailey nació en 1921, en Wyoming. Su madre biológica la entregó a otra familia cuando contaba con apenas 3 años. Durante su niñez y juventud, vivió en Iowa y luego en Nebraska. Se casó con un hombre llamado Loren, quien falleció en 1989. Con él tuvo tres hijos. Por varios años, trabajó como florista y se desempeñó como ama de casa.
Desde hace 14 años, Bailey vive una residencia para adultos mayores junto con 145 personas. Ella contó a The Washington Post el secreto de su longevidad. “Creo que es el hecho de que Dios no está listo para mí. Tengo que mantenerme ocupada. No creo que sea suficiente sentarse y ver la televisión”, finalizó.
