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España ofrece nacionalidad a los desterrados por Ortega

Solidaridad. 222 presos políticos a los que el régimen de Daniel Ortega expulsó a EEUU reciben apoyo del Gobierno español.

JÚBILO. Nicaragüenses que viven en el exilio en Costa Rica celebran liberación de más de 200 opositores detenidos. (Foto: AFP)
JÚBILO. Nicaragüenses que viven en el exilio en Costa Rica celebran liberación de más de 200 opositores detenidos. (Foto: AFP)

España ha ofrecido otorgar la nacionalidad a los 222 presos políticos nicaragüenses que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha decidido convertir en apátridas tras haberlos excarcelado y deportado a Estados Unidos.

El ofrecimiento fue anunciado por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en declaraciones a Servimedia y confirmado posteriormente a los medios por fuentes ministeriales.

La oferta de nacionalidad española se hace extensiva a los presos políticos que aún siguen retenidos en las cárceles nicaragüenses a quienes el Gobierno de Ortega despojará de su nacionalidad por ser acusados de “traición a la patria”.

Juan Sebastián Chamorro, excarcelado y expulsado a EEUU, agradeció en nombre de los 222 presos deportados el ofrecimiento de la nacionalidad que les ha hecho España.

“Estoy seguro de que muchos de los presos políticos van a ver esto como una opción”, apuntó en una rueda de prensa virtual desde Washington, en la que agradeció a España haber trabajado intensamente en los últimos años por la democratización de Nicaragua.

Sorpresiva decisión

El régimen nicaragüense sorprendió el pasado jueves con la excarcelación de 222 de los 245 presos políticos y su inmediata deportación a Washington.

Entre los liberados y desterrados figuran destacados opositores, periodistas e incluso exdirigentes sandinistas, como Dora María Téllez, la mítica Comandante Dos de la revolución, los hermanos Cristina y Pedro Joaquín Chamorro, hijos del director del diario La Prensa, Pedro Joaquín Chamorro, asesinado en 1978 por el régimen de Somoza; Juan Sebastián Chamorro, sobrino del anterior; o Juan Lorenzo Holmann, gerente del diario La Prensa.

En cambio, el obispo Rolando Álvarez se ha negado a abandonar el país, lo que le ha supuesto pasar de arresto domiciliario a recluso en el penal de El Chipote.

El juez nicaragüense que certificó la expulsión informó que todos fueron privados a perpetuidad de sus derechos políticos, y el Gobierno les retirará la nacionalidad nicaragüense.

En ese sentido, el Parlamento integrado por partidarios de Ortega aprobó el jueves una ley según la cual los “traidores a la patria pierden la calidad de nacional nicaragüense”. La norma requiere una segunda aprobación legislativa en el segundo semestre de este año, que se da por descontada.

EEUU los ampara

EEUU, a su vez, dijo ayer que está en contacto con España para facilitar que los presos políticos deportados de Nicaragua puedan solicitar la nacionalidad española si lo desean.

“Hemos estado en comunicación con España. Existe la posibilidad de que algunos exploren ofertas de otros países”, dijo en una rueda de prensa telefónica Emily Mendrala, subsecretaria de Estado adjunta para Latinoamérica. Mendrala explicó que los 222 presos que llegaron el jueves a Washington ya son beneficiarios de un programa humanitario para permanecer dos años en EEUU, pero su futuro dependerá “de la situación y preferencia de cada uno”.

Claves

¿Venganza? Entre los opositores expulsados figuran siete candidatos que pretendieron disputarle la presidencia al régimen de Daniel Ortega.

Leales. Veinticinco ex jefes de Estado y de Gobierno de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) expresan su solidaridad militante con los ex presos.