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“No hay nada para comer”: la llamada desesperada que hizo un niño a la Policía

El pequeño se comunicó con los oficiales para informar que, durante 3 días, su madre apenas había podido ofrecerle a él y a sus hermanos harina de maíz y agua.

Celia, la madre de 46 años, dijo que es soltera y que está sin trabajo, por lo que no tenía dinero para comprar comida a los 6 de sus 8 hijos que viven con ella. Foto: 24 horas
Celia, la madre de 46 años, dijo que es soltera y que está sin trabajo, por lo que no tenía dinero para comprar comida a los 6 de sus 8 hijos que viven con ella. Foto: 24 horas

La historia de M.B., un niño de 11 años, que llamó al teléfono de emergencias de la Policía para pedir ayuda porque tenía hambre, ha conmovido a todo Brasil. Él contó que, durante tres días, su madre apenas le dio harina de maíz y agua.

Cuando el telefonista preguntó cuál era su emergencia, el niño respondió: “Señor policía… es porque no hay nada para comer en mi casa”. Inmediatamente, se envió una unidad a su casa en Santa Luzia, en los suburbios de Belo Horizonte.

Los agentes pensaron que podía tratarse de un caso de negligencia, pero al llegar a la precaria vivienda se encontraron con una historia cada vez más habitual en la mayor economía de América Latina: la de una madre que lucha por alimentar a sus hijos mientras los precios de los alimentos suben y los ingresos disminuyen.

Celia, la madre de 46 años, dijo que es soltera y que está sin trabajo, por lo que no tenía dinero para comprar comida a sus hijos que viven con ella.

Por ello, los oficiales fueron al supermercado y regresaron con una carga de alimentos. Luego, el caso se volvió viral tras difundirse en los principales medios locales.

“No hay nada para comer”: la llamada desesperada que hizo un niño con hambre a la Policía

Oficiales de la Policía regresaron a la casa con unas bolsas de alimentos, incluidas donaciones del dueño de la tienda. Foto: 24 horas

Entonces, las donaciones de alimentos y dinero comenzaron a llegar desde todo Brasil y de afuera, desbordando la cocina de la familia. “Llegó mucha comida diferente, alguna ni siquiera sé qué es”, sonríe el menor.

“El hambre duele”

Celia contó que tuvo varios trabajos ocasionales hasta que comenzó la pandemia y quedó desempleada. “Sufrimos mucho. No lo olvidaré nunca porque el hambre duele”.

“Llegas al punto en que no puedes ni levantarte ni hacer nada… mi hijo me vio desesperada y llorando, y decidió hacer lo que hizo. Y, gracias a Dios, ahí cambió todo”, añadió.

Ahora, su sueño es volver a tener un trabajo estable para asegurarse de que sus hijos no vuelvan a pasar por la misma situación. “No quiero verlos morir de hambre otra vez”, concluyó.

“No hay nada para comer”: la llamada desesperada que hizo un niño con hambre a la Policía

La familia recibió muchas donaciones de alimentos después de llamar a la policía por tener hambre. Foto: AFP

Un estudio de la Fundación Getúlio Vargas en junio de 2022 mostró que el 30% de los brasileños vive en la pobreza (con menos de 5,50 dólares diarios). En tanto, en el 2014, la cifra era menor: 24%.

Con información de AFP