Brigitte, la mujer trans que pasó de ser deportada en EE. UU. a ayudar a migrantes
Durante 18 años trabajó por una vida mejor, pero tras ser expulsada regresó a México y ahora ayuda a otros migrantes.
Brigitte Baltazar tenía 14 años y mucha esperanza cuando se marchó de México y se fue indocumentada a Estados Unidos. Batalló por 18 años en busca de una vida mejor, trabajó incansablemente en la cosecha de tomates y anhelaba estudiar medicina.
Su vida, sin embargo, cambió radicalmente y vio todos sus sueños interrumpidos cuando fue deportaba en abril de 2021. Al no poder regular su residencia, fue expulsada a México, luego de años de esfuerzos en los que logró su transición como mujer trans, siete años atrás.
Al igual que miles que son deportados de Estados Unidos, Brigitte se alojó en un albergue para migrantes en Tijuana, donde la realidad se abrió como una rajadura: la angustia y urgencias eran inminentes.
Encontró personas agobiadas por falta de recursos y mujeres embarazadas en riesgo. En el campamento, rodeada de migrantes con un futuro incierto, Brigitte supo que debía ayudarlos, es la forma de retribuir a quienes la apoyaron de forma desinteresada.
Como su “amiga del alma”, otra mujer trans que conoció en Chicago, y que la ayudó económica y emocionalmente cuando la estaba pasando mal. “Me decía siempre: no me lo agradezcas, algún día llegará tu momento de ayudar a otras personas”, recuerda.
“Defender la identidad con uñas y dientes”
Al poco tiempo se sumó a un proyecto de acompañamiento y orientación para migrantes de la ONG Al otro lado. Actualmente labora en un campamento que agrupa a personas beneficiarias de “libertad condicional humanitaria”, que les permite ingresar por un año a Estados Unidos para atender emergencias.
“No pensé que una persona, así como tú, fuera a ayudarme”, dice Brigitte, conmovida, que le han dicho migrantes haitianos, que huyen de la discriminación. Ella ayuda a todos por igual en diligenciar documentos, pero, según cuenta, siente una conexión especial cuando ayuda a miembros de la comunidad LGBTI que desean emigrar a Estados Unidos y dejar atrás años de intolerancia, pero que en el camino enfrentan maltratos y violencia.
Siempre los anima a “defender la identidad con uñas y dientes” y perseverar, usar la fuerza acumulada por años de lucha contracorriente. “Como que ya tenemos esa alma de guerrera, ¿sabes?, esa alma de que yo puedo con todo”.
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Brigitte choca las palmas con una niña, sonríe, opta por la empatía y brinda esperanza. “Estoy en el trabajo que me encanta y me apasiona y por eso soy feliz. Estoy viviendo en un albergue y soy feliz, gracias a Dios tengo el cariño de muchas personas que nunca había conocido”, dice y continúa ayudando.
Cabe resaltar que se intensificó el número de personas que migran a Estados Unidos atravesando México, debido a la llegada del demócrata Joe Biden, que ofreció regularizar a 11 de millones de indocumentados. Su polémico predecesor, Donald Trump, endureció la política migratoria y redoblaron controles, lo que ocasionó la detención de más de 300.000 personas en situación migratoria irregular durante 2021.