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Nevada Tan: el caso de la niña que asesinó a su compañera por un mensaje en línea

Natsumi Tsuji tiene actualmente 28 años; no obstante, una de sus acciones remeció Japón en 2004. El atuendo que llevaba puesto el día que cometió su crimen se convirtió en un artículo popular en algunas comunidades de internet.

Los medio le dieron el seudónimo de Nevada-Tan por el atuendo que llevaba el día que cometió el asesinato. Foto: captura/Clarín
Los medio le dieron el seudónimo de Nevada-Tan por el atuendo que llevaba el día que cometió el asesinato. Foto: captura/Clarín

Natsumi Tsuji era una de niña de 11 años que destacaba en todas sus asignaturas del colegio. Debido a ello, llegó a ser llamada “niña genio” por sus vecinos y compañeros. Fue una alumna tranquila y alegre, motivo por el que nadie pudo imaginar que le quitaría la vida a una de sus amigas.

A una determinada edad, Natsumi se apasionó por el anime, en especial por el género gore y las películas ligadas a este estilo. Su fascinación por los escenarios de violencia explícita originó que cultivara un fanatismo por “Battle royale”, una cinta japonesa que cuenta la historia de 42 estudiantes que deben matarse entre sí para sobrevivir.

A raíz de esa afición, Natsumi decidió crear un blog para compartir imágenes sin censura sobre hechos violentos, además de escribir historias sin filtro sobre asesinatos o actividades paranormales. Como ella, muchos cibernautas interesados en el tema llegaron hasta su sitio y la siguieron. Tuvo cerca de 2 millones de seguidores.

Pelea de amigas

A principios del 2003, Narsumi dejó poco a poco sus prácticas de deporte en el colegio. Ella era una excelente jugadora de básquet, pero su afición por su blog hizo que dejara de lado la disciplina para pasar varias horas frente a un monitor.

En una ocasión, ella y su amiga Satomi Mitarai se juntaron para charlar, pero el intercambio de ideas llevó provocó una discusión por popularidad. Tras este malestar, Satomi ingresó al blog de su amiga y dejó un mensaje en el que la calificaba de “gorda” y “pretenciosa”.

Ninguna se animó a hacer las paces. Natsumi se sumió en ira y, durante varios días, luego de la discusión, se mostró agresiva hasta con su familia. Su distracción solo era concentrarse en “Monday mistery theater”, una serie de televisión donde la gente era asesinada con armas blancas.

El día del crimen

Fue el martes 1 de junio del 2004 cuando ambas compañeras se tomaron su última foto juntas. Todo su salón posó para la fotografía grupal anual. En la postal se puede ver a las dos niñas haciendo un gesto con los dedos. Ese día, durante el almuerzo, Natsumi llevó a Satomi a un aula vacía.

Dentro del espacio, Natsumi le advirtió que iba a morir, es decir, le detalló todo su plan, pero Satomi no pensó que fuera real. Le tapó los ojos con una de sus manos y con la otra la atacó con un cúter. Lo que le siguió a eso fue un espantoso escenario, como el que veía en sus programas de televisión.

Satomi no pudo pedir ayuda o gritar. Posteriormente, salió del aula como si nada hubiese pasado. Caminó por el edificio escolar rumbo a su salón, sin importarle que su aspecto podría delatarla.

Cuando entró a su clase, sus compañeros y profesor quedaron atónitos. El docente, preocupado, preguntó si se encontraba bien, pero Natsumi respondió que todo estaba bien.

Investigación y sentencia

Cuando comenzaron las investigaciones, la policía exigió que no se difundiera el nombre de la menor. Por ello se le puso el seudónimo ‘Chica A’. No obstante, los medios de comunicación la rebautizaron con el nombre de la polera que llevaba aquel día, más la palabra “pequeña” en japonés: Nevada-Tan.

El 15 del 2004, el tribunal a cargo sentenció que Nevada-Tan debía ir a un reformatorio debido a su crimen. Su condena fue de nueve años, entre terapias psicológicas y psiquiátricas, y reacondicionamiento conductual.

En el 2013, fue absuelta tras cumplir con la extensión de su condena. Luego de su salida del reformatorio, ella y su familia se mudaron a un pueblo lejano de Japón.

Hoy en día, poco se sabe de la niña que sacudió a la sociedad japonesa y se convirtió en un ícono de la moda friki en algunos espacios de internet.