Niña lleva cóctel de tequila al jardín y termina embriagada con sus compañeros
Tras percatarse de la situación, el centro educativo de Estados Unidos llamó a los padres para informarles que todos los menores estaban bajo los efectos del alcohol por un malentendido.
Un grupo de niños que estudia en un jardín de Estados Unidos bebió accidentalmente el cóctel de margarita durante el horario de receso. El episodio ocasionó que algunos de los menores se sintieran “mareados y con malestar estomacal”.
Tras el insólito hecho, se descubrió que uno de los compañeros llevó una botella de alcohol lista para beber, según recogió el diario Crónica.
El hecho empezó el viernes pasado cuando un grupo de menores del Grand River Academy en la ciudad de Livonia, localizado en el estado de Michigan (EE. UU.), expresó a los docentes a cargo del grado que se sentían mareados y con malestar.
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En un primer momento, las autoridades de la escuela no entendían de dónde venían estas dolencias hasta que uno de los niños mencionó el “juego misterioso” que llevó una compañera.
Uno de los testigos del episodio contó a las autoridades: “La niña lo vertió en su taza y se lo bebió. La menor terminó diciéndole qué es, y fue y le dijo a la maestra que hay licor en esta taza, y le puso una cara graciosa”.
De acuerdo al medio, la niña llevó la botella de alcohol en la mochila y sabía perfectamente que aquella bebida está prohibida para menores de edad.
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El contenido de dicho “jugo” era margarita marca José Cuervo. Este coctel de origen mexicano es una mezcla de tequila y jugo de limón o lima. Tiene un color amarillo que lo hace confundir con algún cítrico. En cuanto su graduación, este cóctel tiene 38,5 grados de alcohol, por este motivo, los estudiantes tuvieron un efecto rápido.
Luego de darse cuenta cuenta de la situación, el centro educativo llamó a los padres para informarles que varios niños habían consumido alcohol por un malentendido y señalaron que aplicarían medidas disciplinarias a la estudiante, si fuera necesario.
Asimismo, esclarecieron que los maestros llevaron el control de suceso cuando se enteraron de que los pequeños estaban mareados.
Por otra parte, el grupo de las madres del jardín no culpa a la pequeña que llevó la bebida al jardín, sino a sus padres que no le enseñaron que esa bebida “no es para niños”, y al personal del colegio que permitieron que pasara.
El colegio sostuvo en comunicado: “Si bien tratamos de vigilar todo lo que nuestros estudiantes traen a la escuela, eso simplemente no es posible”. Y concluyeron que “es desafortunado que este tipo de bebidas para adultos puedan confundirse fácilmente con bebidas aptas para niños”.