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Biden, el G7 y la Unión Europea quieren excluir a Rusia del comercio internacional

Rusia se sumaría de esa manera a Cuba y Corea del Norte, los únicos países excluidos del principio de reciprocidad, base de la mayoría de las relaciones comerciales internacionales.

El G7 sigue a Biden y anuncia un plan de retirada de trato comercial afín a Rusia. Foto: referencial/AFP
El G7 sigue a Biden y anuncia un plan de retirada de trato comercial afín a Rusia. Foto: referencial/AFP

El presidente estadounidense, Joe Biden, el G7 y la Unión Europea, decidieron excluir a Rusia del régimen recíproco normal que rige el comercio mundial, lo que abre el camino para la imposición de aranceles punitivos contra Moscú en respuesta a la invasión de Ucrania.

En una declaración emitida en Berlín, los líderes del G7 confirmaron que cada uno de ellos “se esforzará” para negar a Rusia el estatus de nación más favorecida.

“Estados Unidos, nuestros aliados y socios continúan trabajando juntos para aumentar la presión económica sobre (Vladimir) Putin y aislar aún más a Rusia en el escenario mundial”, dijo Biden este viernes en un discurso en la Casa Blanca,

Agregó que se tomaron “medidas adicionales para prohibir (el comercio con) sectores faro de la economía rusa, en particular productos del mar, vodka y diamantes”.

Poco después, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, anunció la prohibición de las exportaciones de artículos de lujo a Rusia y Bielorrusia para evitar que “Putin y sus amigos continúen viviendo en la opulencia mientras causan un enorme sufrimiento en toda Europa del Este”.

En tanto, en Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo un anuncio similar: “Prohibiremos exportar cualquier tipo de bien de lujo de nuestras países a Rusia, como un golpe directo a las elites rusas”.

Consenso en el Congreso

Moscú se beneficiaba hasta ahora de un estatus comercial de “nación más favorecida”, que le permite el libre intercambio de algunos bienes y servicios.

Rusia se sumaría de esa manera a Cuba y Corea del Norte, los únicos países excluidos por la primera potencia mundial del principio de reciprocidad, base de la mayoría de las relaciones comerciales internacionales.

La decisión final sobre la exclusión de Rusia del régimen recíproco normal de comercio con Estados Unidos -que se toma en coordinación con el G7 y la Unión Europea- corresponde al Congreso de Estados Unidos, donde demócratas y republicanos ya manifestaron su apoyo a la medida.

La Cámara de Representantes votará sobre el asunto la semana entrante.

La cláusula de la nación más favorecida -conocida en Estados Unidos como la “relación comercial permanente normal”- es un pilar del libre comercio.

Este principio de reciprocidad y no discriminación rige actualmente la mayor parte de las relaciones comerciales entre Estados.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) requiere que cualquier ventaja comercial, como una reducción de aranceles otorgada por un miembro se aplique automáticamente a todos los demás.

Moscú, que se unió a la OMC en 2012, se ha beneficiado desde entonces de este régimen. En concreto, privar a Rusia de este estatus permitiría a sus socios comerciales imponerle aranceles aduaneros más elevados, lo que provocaría la penalización de sus exportaciones.

30.000 millones de dólares

En 2021, Estados Unidos importó productos rusos por valor de unos 30.000 millones de dólares, incluidos 17.500 millones en petróleo crudo, una mercancía sobre la que Washington acaba de imponer un embargo total.

Esta nueva sanción se sumará a otras muchas aplicadas por Occidente para cortar paulatinamente los lazos económicos y financieros del país liderado por Vladimir Putin con el resto del mundo.

Estas sanciones ya tuvieron un impacto devastador en la economía rusa, hasta el punto de que el país está ahora, según la agencia Fitch, al borde de un default.

El rublo se derrumba mientras muchas empresas occidentales suspendieron sus actividades en Rusia.

La guerra en Ucrania también tiene consecuencias para toda la economía mundial, que apenas se recupera de la pandemia de la COVID-19, debido en particular a la explosión del precio de las materias primas.

Biden está bajo una intensa presión política interna para anunciar más sanciones contra Rusia.

Fue en este este contexto que decidió prohibir las importaciones de petróleo ruso a Estados Unidos, medida que le exigió el Congreso.

La presión también proviene de Ucrania, que insta a Washington a golpear más fuerte en los bolsillos de Rusia, visto que Biden descartó categóricamente una intervención militar.

“Sé que Estados Unidos está haciendo todo lo que puede en este momento, pero (...) realmente queremos que se introduzcan muchas más medidas”, dijo el viernes a la CNN Oleg Ustenko, asesor económico del presidente ucraniano.