La tierna carta de una niña que donó su regalo del ‘ratón Pérez’ para la cirugía de su amigo
La pequeña Mía se enteró de la intervención urgente que debían realizarle a su compañerito y no dudó en darle el dinero que atesoraba, un hecho que ha enternecido en Argentina.
Hace unas semanas, debajo de la almohada de Mía, una niña de Mendoza, al oeste de Argentina, aparecieron varios pesos. Fue el regalo que recibió por parte del ‘ratón Pérez’ tras dejar un diente de leche que se le había caído. El monto sería destinado a la compra de pinturas para hacer manualidades. Pero se enteró de que un amigo de su escuela necesitaba la plata por una operación de la vista.
Con toda su inocencia, la menor decidió donar la plata que recibió del ‘ratón Pérez’ para destinarlo a su compañerito.
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Tomó un papel, un plumón negro y escribió una carta: “Hola, soy la hermana de Jazz y adentro está la plata de la donación para la cirugía de Mateo. Cantidad de plata: 100 pesos”, se lee en la corta pero sincero carta.
La emotiva carta que escribió Mía a la hora de la donación de sus ahorros. Foto: Mariana V.
El gesto de Mía conmovió a Noelia Muressi, una maestra del colegio donde estudian los menores y creadora de la colecta.
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“Me emocioné mucho al leer la cartita. Jazz, mi otra hija, tuvo un papel muy importante. Ella es la compañerita y amiga de Mateo”, contó Mariana Villa, la madre de Mía, al medio argentino Infobae.
Jazz, durante una cena familiar, narró que su amiguito no tenía plata para la operación y que en el colegio habían organizado una recolección.
El caso de Mateo
Mateo, desde los cinco años, fue diagnosticado con miopía degenerativa en ambos ojos y estrabismo en el izquierdo.
“Los ojitos se alinean en la misma dirección; entonces, no puede enfocar. Si bien desde hace un tiempo lleva un parche en su ojo derecho para fortalecer los músculos de su vista, ese tratamiento no alcanza. El oftalmólogo le sugirió una cirugía”, contó Agustina, la madre del niño.
Los padres de Mateo no cuentan con el dinero suficiente para que se lleve a cabo la intervención quirúrgica. “A medida que pasa el tiempo, el cuadro empeora. Va perdiendo visión. En la escuela, si bien es buen alumno, precisa de asistencia porque no siempre llega a ver”, agregó Agustina.
A pesar de la situación, la escuela y los familiares de Mateo siguen unidos para tratar de juntar el dinero que ayude a costear la operación. En tanto, Mariana espera que el gesto de su hija Mía sirva de ejemplo. “Es un poco de empatía, es entender que otros a veces requieren de atención, y que juntos se puede construir algo sólido”, enfatizo M. Villa.