Para EE. UU., la huida de miles de afganos “era inevitable”
Afganistán. Pese a que los talibanes todavía no han formado oficialmente un Gobierno ni designado a los líderes que los dirigirán, adelantaron que las mujeres no van a ser discriminadas.
Estados Unidos (EE. UU.) defendió el martes que las “devastadoras” escenas de caos en el aeropuerto de Kabul eran inevitables, y anunció un acuerdo con los talibanes para garantizar el paso seguro de los civiles que quieran irse de Afganistán.
Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó compasión por la desesperación de los cientos de personas que intentaron encaramarse a los aviones estadounidenses que despegaban de Kabul, pero negó que esas escenas hubieran podido prevenirse con una mejor planificación.
“Cuando acaba una guerra civil, con una fuerza rival que entra en la capital, va a haber escenas de caos. Va a haber mucha gente que abandona el país. Eso no es algo que pueda evitarse realmente”, declaró Sullivan en una conferencia de prensa.
Aseguró que, aunque “las imágenes de los últimos días en el aeropuerto han sido duras”, la alternativa, según Biden, habría sido aceptar otro “coste humano” que le resultaba todavía más inaceptable: “enviar miles de tropas a combatir (a los talibanes) y que algunas de ellas murieran”.
¿Era inevitable la victoria de los talibanes?
Para quienes critican su decisión de poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos, los 2.500 militares estadounidenses que permanecieron en Afganistán en los últimos meses demostraron que Washington podía, a un bajo costo para el Pentágono, garantizar cierto grado de estabilidad.
Después de gastar más de 2 billones de dólares y perder más de 2.500 vidas estadounidenses, las encuestas mostraron que la opinión pública en Estados Unidos quería poner fin a la guerra iniciada después de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
Pero para Richard Fontaine, experto del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, una presencia norteamericana limitada en Afganistán habría permitido proteger los avances obtenidos, especialmente para las mujeres y todos los afganos que ahora temen el regreso de una era brutal.
“Resulta que una presencia modesta y viable de tropas internacionales —de las cuales, por cierto, Estados Unidos no era la mayoría—, no fue capaz de derrotar a los talibanes, pero marcó la diferencia entre que el Gobierno afgano cayera o no cayera en manos de los talibanes”, resaltó este exasesor del fallecido senador republicano John McCain.
H.R. McMaster, exasesor de seguridad nacional del predecesor de Biden, Donald Trump, había rechazado enérgicamente la semana pasada que la debacle fuera parte de la larga historia de un “cementerio de imperios” en Afganistán, como ocurrió con los rusos o los británicos.
“No se enmarca el tema correctamente. Estamos luchando con afganos por afganos contra este atroz grupo de terroristas llamado los talibanes”, dijo.
Recordó la presencia militar estadounidense de siete décadas en Corea del Sur, y señaló que le tomó años al aliado de Estados Unidos convertirse en la próspera democracia que es ahora.
“Nos convencimos de la derrota en Afganistán”, admitió McMaster. Y “estamos viendo al pueblo afgano pagar el precio de nuestra ceguera”, deploró.
Declaran “amnistía”
Los talibanes declararon una “amnistía general” durante su primera rueda de prensa oficial tras la toma de poder en Afganistán, llamando a la reconciliación y asegurando que las mujeres podrán trabajar en el marco de la ley islámica que regirá el país.
“Hemos perdonado a todos por el beneficio y la estabilidad”, aseguró el principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid.
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Reacciones
Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea
“Los talibanes han ganado la guerra, así que tendremos que hablar con ellos (...) al mismo tiempo permaneciendo vigilantes sobre el respeto de las obligaciones internacionales adoptadas por los diferentes gobiernos afganos”.
Angela Merkel, canciller de Alemania
“Todos (nos equivocamos), y por eso también asumo mi responsabilidad, evaluamos erróneamente la situación. Toda la comunidad internacional dio por supuesto que podríamos seguir con la ayuda al desarrollo”.