COVID-19: Putin y Arce abordan acuerdos sobre el suministro de vacunas rusas Sputnik V
Ambos mandatarios, que conversaron vía telefónica, expresaron su satisfacción por el desarrollo de los lazos ruso-bolivianos en lucha contra la propagación del coronavirus.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, abordó con su homólogo ruso Vladimir Putin asuntos de cooperación en la batalla contra la propagación de la COVID-19, teniendo en cuenta los acuerdos existentes sobre el suministro de la vacuna Sputnik V al país del Altiplano.
La conversación telefónica tuvo lugar por iniciativa de la parte boliviana, detalló un comunicado publicado este martes 3 de agosto en el sitio web oficial del Kremlin.
“Ambas partes han expresado su satisfacción por el desarrollo progresivo de los lazos ruso-bolivianos también en muchos otros ámbitos, como el comercial, económico, energético y humanitario”, señaló el Gobierno de Rusia.
Según los datos del Ministerio de Salud, hasta el último lunes, en Bolivia suministraron un total de 4 585 576 dosis de los inmunizantes Sputnik V, AstraZeneca, Sinopharm y Pfizer. Las autoridades sanitarias bolivianas aseveran que no han detectado la presencia de la variante Delta del coronavirus.
A fines de diciembre del 2020, Bolivia firmó un contrato para la compra de 5,2 millones de dosis de la vacuna desarrollada por el Centro Gamaleya de Moscú. Se estimaba que para marzo a la nación sudamericana iban a llegar 1,7 millones de dosis, una cantidad similar en abril y el resto en mayo, hasta completar la cantidad acordada.
No obstante, no todo el cargamento arribó según lo pactado y Bolivia atravesó una escasez del segundo componente de Sputnik V, lo que ocasionó un descontento social. La semana pasada, la viceministra de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, María Renee Castro, pidió tener paciencia e indicó que “las vacunas van a ir llegando”.
En tanto, el titular de Salud, Jeyson Auza, sostuvo que todavía no tenían fecha para la llegada de más vacunas rusas, pero aseguró que hasta el 20 de agosto en el país quedarían alrededor de 200.000 personas a la espera de su última inyección.