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India, la ‘farmacia del mundo’, se queda sin vacunas contra la COVID-19

El mayor fabricante de vacunas del planeta vive una escasez de dosis contra el coronavirus. Mientras los contagios suben, la nación da autorizaciones de emergencia y busca importarlas.

Gobierno indio inició la apertura de un mecanismo de vía rápida para aprobar con una mayor celeridad el uso de vacunas contra la COVID-19. Foto: AFP
Gobierno indio inició la apertura de un mecanismo de vía rápida para aprobar con una mayor celeridad el uso de vacunas contra la COVID-19. Foto: AFP

India, principal fabricante de vacunas del mundo, inició su campaña de vacunación a mediados de enero y hasta la fecha ya ha inyectado 108 millones de dosis. Sin embargo, el ambicioso objetivo del Gobierno de vacunar a 300 millones de personas para fines de julio no avanza como estaba previsto debido a la escasez de dosis en algunos estados y dudas sobre las vacunas.

La segunda nación más poblada del planeta, y la segunda más afectada por la pandemia —según la Universidad Jhons Hopkins—, ha hecho grandes esfuerzos por acelerar su vacunación dirigida a los mayores de 45 años, con el objetivo de prevenir las muertes, en medio de una segunda ola de contagios que registra números récord de más de 160.000 casos por jornada.

En medio de la escasez, el Gobierno ha anunciado la apertura de un mecanismo de vía rápida para aprobar con una mayor celeridad el uso de vacunas contra la COVID-19 que ya han sido aprobadas en otros países.

La medida abre la puerta al uso de las fórmulas de los laboratorios Moderna, Pfizer, o Johnson & Johnson, entre otras, y pone fin a la política que exigía la realización de pruebas clínicas en su población como paso previo a la solicitud de la licencia.

Esto incluye las vacunas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), la Agencia Europea del Medicamento (EMA), la Agencia Británica del Medicamento (MHRA), la Agencia de Productos Farmacéuticos y Dispositivos Médicos de Japón (PMDA), o que se encuentran en el listado de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así, esta nación que hasta ahora se ha autoabastecido de vacunas exclusivamente fabricadas en el país y que es, además, un proveedor global de vacunas, podrá comenzar a importar las dosis necesarias para satisfacer la demanda de sus 1.350 millones de habitantes.

La decisión fue anunciada poco después de que la vacuna rusa Sputnik V consiguiese la aprobación para su uso de emergencia en la India. Sputnik V se comenzará a manufacturar en el país a través de cinco fábricas nacionales con el objetivo de producir unas 850 millones de dosis por año.

Foto: AFP

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El Controlador General de Fármacos de la India (DCGI) autorizó también el uso de dosis de Sputnik importadas, con lo cual se convierte en el primer medicamento anti-COVID de fabricación extranjera que podrá ser usado en el país.

Hasta ahora, la India fabrica y usa solo dos antídotos contra la COVID-19: Covishield, del laboratorio británico-sueco AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que se produce gracias a un acuerdo con el Instituto Serum de la India (SII); y la indígena Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech.

Las presiones por aumentar el ritmo de vacunación han generado preocupaciones por la disponibilidad de existencias, y por el cumplimiento de los compromisos globales de esta nación conocida como ‘la farmacia del mundo’.

El último lunes 12 de abril, India registró 161.000 contagios adicionales y superó, por séptimo día consecutivo, la barrera de los 100.000 nuevos casos diarios.

Con información de EFE y AFP.