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OMS: incrementa desigualdad en acceso a vacunas contra la COVID-19

“La distribución no equitativa de las vacunas no es solo un escándalo moral, sino también es autodestructiva económica y epidemiológicamente”, declaró el director general de la OMS.

Pese al avance de la vacunación, solo la mitad del personal sanitario (el 52 %) ha recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas. Foto: EFE
Pese al avance de la vacunación, solo la mitad del personal sanitario (el 52 %) ha recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas. Foto: EFE

Incrementa desigualdad en el acceso a las vacunas contra la COVID-19 entre países ricos y pobres, y se vuelve “grotesca”, afirmó este lunes 22 de marzo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

“En enero, declaré que el mundo estaba al borde de un catastrófico fracaso moral si no se adoptaban medidas urgentes para garantizar una distribución justa de las vacunas anti-COVID. Tenemos los medios para evitar este fracaso, pero es sorprendente lo poco que se ha hecho para evitarlo”, dijo en rueda de prensa.

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La pandemia del nuevo coronavirus ha provocado al menos 2.486.116 muertos en el mundo desde que la oficina de la OMS dio cuenta del primer caso en China. Foto: EFE

“La diferencia entre el número de vacunas administradas en los países ricos y el número de vacunas administradas a través de Covax aumenta y se vuelve cada día más grotesca”, subrayó.

El sistema internacional Covax, creado especialmente por la OMS, busca abastecer de dosis al 20% de la población de casi 200 países y territorios durante el 2021, y también cuenta con un mecanismo de financiación para ayudar a 92 países desfavorecidos.

“Los países que vacunan actualmente a personas más jóvenes, en buena salud y con riesgo bajo de contraer la COVID-19 lo hacen en detrimento de la vida del personal sanitario, de las personas mayores y otros grupos de riesgo en otros países”, apuntó el jefe de la OMS.

Criticó también que algunos países se apresuran en vacunar a toda la población “cuando otros países no tienen nada”. Añadió que esta medida puede brindar seguridad a corto plazo, pero que es “un falso sentimiento de seguridad”.

“Los países más pobres se preguntan si los países ricos piensan realmente lo que dicen cuando hablan de solidaridad. La distribución no equitativa de las vacunas no es solo un escándalo moral, sino también es autodestructiva económica y epidemiológicamente”, insistió.