Papa Francisco a los fieles: “El chisme es una plaga peor que el coronavirus”
Durante su bendición semanal, el sumo pontífice aprovechó para quejarse sobre los chismes que existen dentro de las comunidades eclesiásticas e incluso en el Vaticano.
Como todos los domingos al mediodía, el papa Francisco se ha asomado desde el balcón del Palacio Apostólico en Roma, Italia, para reflexionar y lanzar una dura queja sobre que el chisme es una “plaga peor que el coronavirus” que busca dividir a la iglesia católica.
El pontífice se desvió de su discurso preparado a sus fieles para cuestionar la existencia de chismes dentro de las comunidades eclesiásticas e incluso dentro de la burocracia del Vaticano. El papa Francisco no dio detalles, pero sostuvo que el diablo es el “chismoso mayor” que busca separar a la iglesia con sus mentiras.
“Por favor, hermanos y hermanas, tratemos de no chismear”, comentó. “El chisme es una plaga peor que la COVID-19. Peor. Hagamos un gran esfuerzo: ¡no chismes!”.
Los comentarios de Francisco se originaron mientras hablaba sobre un pasaje del Evangelio, que planteaba la necesidad de corregir a los demás en privado cuando hacen algo mal.
“Cuántas veces hemos tenido esta experiencia que alguien viene y nos dice mira en esto te has equivocado, tendrían que cambiar esto”, quizás al principio nos enfadamos —dice el Papa—, pero luego agradecemos porque es un gesto de hermandad, de comunión, de ayuda y recuperación”.
El pontífice aprovechó para quejarse sobre los chismes que existen dentro de las comunidades eclesiásticas e incluso en el Vaticano. Foto: AFP
La jerarquía católica ha confiado durante mucho tiempo en esta “corrección fraternal” entre sacerdotes y obispos para enmendarlos cuando fallan sin ventilar los problemas en público.
“No se trata de una condena sin apelación, sino del reconocimiento de que a veces nuestros intentos humanos pueden fracasar, y que solo estando ante Dios puede poner a nuestro hermano ante su propia conciencia y la responsabilidad de sus actos”. Y agregó: “Silencio y oración por el hermano o hermana que se equivoca, pero jamás chismorreo”.
Sobrevivientes de abuso sexual han dicho que esta forma de reprimenda privada ha permitido que el abuso se agrave en la Iglesia y que tanto los sacerdotes depredadores como los superiores que los encubrieron escapen del castigo, según AP.