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Madre asesinó a su hijo de 5 años, lo metió en una bolsa y lo enterró

El cadáver del niño fue descubierto en una tumba poco profunda, en Illinois, EE.UU., con signos de haber sido golpeado en la cabeza. Su madre se declaró culpable de asesinato en primer grado.

La madre, identificada como Joann Cunningham, confesó ante la Policía de Illinois, EE.UU., que mató a su hijo a sangre fría antes de denunciar una supuesta desaparición. Nueve meses atrás, la mujer se mostraba desesperada buscando por todos los canales de televisión a su pequeño de cinco años.

Sin embargo, todo era parte de un plan macabro para encubrir el parricidio. Las autoridades iniciaron una intensa búsqueda e interrogatorios en que el padre, Abdrew Freud, confesó el lugar donde su esposa había enterrado a su hijo con iniciales AJ. Encontraron el cadáver envuelto en una bolsa de plástico y enterrado en una tumba poco profunda a veinte metros de su casa.

Tras la confesión de la madre que asesinó a su hijo, la Policía se dirigió a Crystal Lake, McHenry Country, Illinois, en Estados Unidos, para hallar el cuerpo del niño. Además, en la casa encontraron una pala, cinta y detergente para desinfectar la escena del crimen.

La autopsia arrojó que el pequeño, AJ, murió de un traumatismo contundente en la cabeza y fue golpeado varias veces durante tres días, antes que sus padres denunciaran ante la policía que desapareció.

Joann Cunningham y Abdrew Freud

El cadáver del niño fue descubierto en una tumba poco profunda, en Illinois, EE.UU., con signos de haber sido golpeado en la cabeza.

Andrew Freund, de 61 años, negó haber sido el responsable del parricidio y culpó a su esposa del horrendo crimen. La madre se declaró culpable de asesinato en primer grado y en el mes de marzo de 2020, ambos tendrán que enfrentar a la justicia y conocer el veredicto.

Cinco años de maltrato

A sus cortos cinco años, AJ, era golpeado constantemente por sus padres y en una oportunidad, hasta le tiraron agua hirviendo como castigo. Según el informe policial de Illinois, EE.UU., el pequeño al nacer tuvo que ser llevado a un albergue porque ambos padres eran adictos a las drogas.

Parricidio

A sus cortos cinco años, AJ, era golpeado constantemente por sus padres y en una oportunidad, hasta le tiraron agua hirviendo como castigo. (Foto: Mirror)

El niño nació con opiáceos en su sistema. Dos años después, lo devolvieron a su hogar. El horrendo crimen ocurrió el 14 de abril de 2019, Cunningham, de 36 años, se encontraba embarazada y dio a luz a una niña, pero su condena de 60 años le impedirán verla crecer.