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Joven es herida gravemente en la cabeza tras ser atacada con una botella de vidrio

La víctima indicó que aún la policía no puede identificar al atacante. Hecho sucedió en Inglaterra.

A la víctima le hicieron seis puntos cuando fue trasladada a un hospital.
A la víctima le hicieron seis puntos cuando fue trasladada a un hospital.

En la localidad de Sandown en Inglaterra, una mujer de 20 años, identificada como Yavana Dix, fue agredida por un sujeto en la calle con una botella de vidrio.

Dix, quien es cuidadora para personas con discapacidades y que tiene un hijo de dos años, fue auxiliada por los vecinos de la zona tras el ataque. A ella la llevaron a una vivienda para que puedan detener el sangrado.

A la víctima la vendaron para cubrir la herida, mientras fue trasladada a un hospital local. Al estar en el centro de salud, le dieron seis puntos por encima de su ojo. Incluso, la mujer sufrió hematomas tras el asalto.

“Está muy ansiosa y asustada. Ella no está comiendo y tampoco durmiendo. Ella necesita que lo atrapen”, indicó la madre de la víctima.

“Está muy ansiosa y asustada. Ella no está comiendo y tampoco durmiendo. Ella necesita que lo atrapen”, indicó la madre de la víctima.

Yavana Dix señaló que conocía al agresor, pero los agentes policiales aún no han encontrado al sujeto. El hermano de la agraviada, Sean Dix, publicó una foto de ella ensangrentada a través de las redes sociales.

La madre de la víctima, Denise Robinson, manifestó: “Está muy ansiosa y asustada. Ella no está comiendo y tampoco durmiendo. Ella necesita que lo atrapen”.

Un portavoz de la policía de la Isla de Wight (Inglaterra) indicó para Metro: “Puedo confirmar que estamos investigando después de que una mujer haya sufrido una lesión en la cabeza luego de un asalto”.

Cabe recordar que el 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, señaló: “Esto tiene sus raíces en siglos de dominación masculina. No olvidemos que las desigualdades de género que alimentan la cultura de la violación son esencialmente una cuestión de desequilibrio de poder".