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Estudios estiman que el 30% de latinoamericanos padece de algún dolor crónico

Su alto impacto en la calidad de vida del paciente y su entorno hacen que el diagnóstico oportuno y el manejo adecuado de esta condición sea indispensable.

El dolor lumbar es uno de los dolores crónicos que padecen las personas.
El dolor lumbar es uno de los dolores crónicos que padecen las personas.

El dolor crónico afecta a uno de cada diez adultos en el mundo (600 millones de personas) y en el caso de Latinoamérica, se estima que tres de cada diez personas lo padecen. En ese sentido, instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han señalado que se debe reconocer el alivio de esta condición como parte integral del derecho a la salud física y mental.

Asimismo, la OMS ha advertido que la independencia de los individuos puede limitarse tanto, que este padecimiento es considerado como uno de los problemas de salud más subestimados del mundo y que, alrededor de la mitad de quienes padecen dolor crónico no pueden hacer ejercicio, dormir adecuadamente, caminar, conducir un auto; así como desempeñar actividades domésticas sencillas.

Según la OMS el 78% de los pacientes señala no estar satisfecho con su tratamiento. El organismo indica que la situación hace necesario que se genere conciencia para que el dolor crónico empiece a formar parte de la agenda de salud de los países de Latinoamérica y con ello, se contribuya a que las personas que padecen esta condición puedan acceder a diagnósticos acertados y oportunos, y tratamientos eficientes e integrales.

Según explicó a los medios la Dra. Maria Berenguel, expresidenta de la Sociedad Peruana de Cuidados Paliativos, el dolor crónico es una enfermedad que afecta la calidad de vida de las personas y, de no ser tratado oportuna y adecuadamente, su impacto puede trascender el ámbito físico y afectar la vida social, profesional y familiar. En ese sentido, el especialista recalcó la importancia de un manejo integral de la condición.

A propósito del Día Mundial Contra el Dolor, la Dra. Berenguel comparte algunas características particulares del dolor crónico:

Una infografía que detalla la situación. Cortesía: Grünenthal.

Una infografía que detalla la situación. Cortesía: Grünenthal.

Condición prolongada

El dolor es una respuesta a un estímulo nocivo sobre el organismo que tiene una función protectora: alerta sobre el daño e indica que hay algo que debe tratarse. Sin embargo, cuando este se prolonga por más de 3 meses, se considera crónico y deja de cumplir un propósito útil.

Intensidad

En la actualidad, preguntar por cuán intenso es el dolor que siente el paciente ha empezado a formar parte del protocolo de atención médica. Aunque el registro de la intensidad del dolor siempre es subjetivo, la ventaja es que el médico obtiene una idea directa de la percepción del paciente y que le permite definir si se trata o no de dolor crónico.

Multicausal

Puede tener como antecedentes una infección, algún problema de espalda o enfermedades como el cáncer, la artritis, el dolor neuropático, fibromialgia, entre otros. Sin embargo, a diferencia del agudo, la enfermedad de base deja de ser el origen y el dolor se hace crónico, por lo que debe ser tratado como una condición independiente.

Impacto en la calidad de vida

Además del impacto en el funcionamiento físico, puede ocasionar ansiedad, depresión, perturbaciones del sueño, entre otros problemas que impiden el desarrollo personal del paciente.

Asimismo, diferentes estudios indican la necesidad de que los encargados de salud de los países trabajen en conjunto, para mejorar la comprensión que se tiene sobre el dolor crónico, a fin de ofrecer un diagnóstico oportuno y un manejo adecuado para los pacientes que sufren esta con esta condición.

Datos:

Cada 17 de octubre es el Día Mundial contra el Dolor, una campaña organizada hace años por la Asociación Internacional de Estudio del Dolor (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS precisa que el 34% de pacientes con dolor crónico describen su dolor como severo.

Según datos de la IASP y la Federación Europea del Dolor (EFIC), una de cada cuatro personas con dolor informan que la relación con familiares y amigos están tensas o rotas a causa de esta condición.