La macabra confesión que llevó a prisión a una actriz de cine para adultos
La confesión de Katie Lynn Danforth, famosa actriz de cine para adultos, dejó perplejos a los miembros del Tribunal que llevan su caso judicial. Ella admitió el error que hizo que su terrorífico plan fracasara.
- China desafía a EE.UU. con su oferta de cable submarino a un país de América Latina para dominar su infraestructura digital
- Ranking de la OCDE revela de qué país de América Latina salen más migrantes a países desarrollados: no es Venezuela
Katie Lynn Danforth, una famosa actriz de cine para adultos en Estados Unidos, podría pasar los siguientes 20 años encerrada en una cárcel por haber planeado el asesinato de su expareja.
La mujer conocida en el mundo de la pornografía como Lynn Pleasant había contratado el servicio de un sicario para que mate al hombre, también padre de uno de sus hijos.
Sin embargo, Lynn Danforth fue sorprendida por el supuesto asesino cuando, tras haberle pagado un adelanto por el que posteriormente fue detenida en un aeropuerto, se enteró que en realidad se trataba de un policía encubierto.
Tras ser detenida, Katie Lynn Danforth confesó ante un tribunal de los Estados Unidos que se vio con el supuesto sicario durante el otoño de 2018 para gestionar el pago y los detalles del asesinato.
Luego de la reunión, la mujer de 32 años le envió al policía encubierto 2500 dólares en efectivo junto a una “tarjeta de agradecimiento”.
instagram prueba
En diciembre del mismo año fue arrestada en el Aeropuerto Internacional de Spokane, en el estado de Washington. Desde entonces ha permanecido en una cárcel en los Estados Unidos.
Según la cadena NBC News, la víctima, identificada solamente por sus iniciales —R. H.— era el padre de uno de los hijos de la actriz. Este llegó a un acuerdo con los fiscales que investigan el planeamiento del asesinato.
Lynn Danforth se declaró culpable ante los tribunales. Además, admitió que con el supuesto sicario habían acordado el pago de 5000 dólares.
Los delitos que se le imputan son el de haber usado instalaciones de comercio interestatal — líneas telefónicas y los servicios de correo — para cometer un asesinato a sueldo, según la Fiscalía.
Cada cargo lleva a una sentencia de hasta 10 años de prisión en una cárcel de los Estados Unidos y una multa de hasta 250 000 dólares. La sentencia será emitida en diciembre de este año.
