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¿Quién fue Jeffrey Epstein y por qué su muerte ha sembrado el escándalo?

Tráfico y abuso sexual de menores fueron los delitos que acompañaron al magnate de Estados Unidos durante los últimos 15 años.

Un estruendo es lo que ha causado la muerte del multimillonario Jeffrey Epstein, quien el pasado 10 de agosto fue hallado sin vida en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, en Estados Unidos.

Reportajes en revistas sobre su suntuoso estilo de vida. Crónicas sobre sus acusaciones de tráfico y abuso sexual de menores. Teorías sobre su aparente suicidio. Todo ello forma parte del material que se ha publicado a nivel mundial sobre Jeffrey Epstein raíz de su muerte.

Y no es moco de pavo. Los escépticos dudan que Jeffrey Epstein, alguien acusado de delitos tan graves, se ahorque en una de las cárceles más resguardadas del mundo sin que alguien lo notara. Ello, acompañado de que el magnate se rodeara de políticos, presidentes, empresarios y actores, ha sembrado teorías conspiranoicas.

Entre las hipótesis de la muerte de Jeffrey Epstein destaca su asesinato para encubrir a los poderosos involucrados en el escándalo sexual. Y hasta Bill de Blasio, alcalde Nueva York y precandidato demócrata a la presidencia, se ha sumado a las teorías: “Es demasiado conveniente. Hay muchas piezas que no encajan”.

Además, en el fondo del caso hay una red para abusar de menores de edad, que se ejecutó entre 2002 y 2005, y que podría repercutir en muchos personajes poderosos.

¿Quién fue Jeffrey Epstein?

Pero la vida de Jeffrey Epstein no siempre fue mirada con malos ojos. Hasta hace una década, el financiero estadounidense era visto como un ejemplo de superación, pues de la clase media baja logró llegar a la cúspide del mundo empresarial. Ello sin haber culminado sus estudios en física y matemáticas.

Su profesión en el universo de los números arrancó cuando daba clases a los hijos de las familias acomodadas del Upper East Side de Manhattan, en Estados Unidos. Pero su salto a la fama se dio cuando uno de los padres lo recomendó para que labore en el banco de inversiones Bear Stearns, en 1976.

Seis años después, fundó su firma J. Esptein & Co. Para ese entonces ya pululaba en el mundo de las élites financieras, políticas y culturales de Estados Unidos. Bill Clinton, el príncipe Andrés de Inglaterra, Woody Allan y Donald Trump eran solo algunos personajes con los que se codeaba.

El ocaso de Jeffrey Epstein

Su eclipse llegó en 2005, cuando los padres de una niña de 14 años lo denunciaron ante la policía de Palm Beach, Florida, por presuntamente haberla violado. Tras la investigación de las autoridades de Estados Unidos, Jeffrey Epstein ya tenía una red para llevar menores de edad ‘vulnerables’ a sus inmuebles en Manhattan y Palm Beach.

El sueño de convertirlas en modelos y pagos de universidad eran algunas cosas que el multimillonario les prometía. Ya en sus residencias, Jeffrey Epstein les daba dinero a cambio de masajes, que derivaba en manoseos y abusos sexuales.

‘Lolita Express’ fue el nombre con que la prensa de Estados Unidos bautizó al avión privado que llevaba las niñas a las fiestas y orgías que realizaba en su casa o isla privada en las Islas Vírgenes.

En el 2002, Donald Trump le confesó a la revista New York que Jeffrey Epstein era un sujeto “estupendo. Se dice que le gustan las mujeres hermosas, como a mí, y muchas de ellas están entre las más jóvenes”.

En el 2006 un fiscal acusó a Jeffrey Epstein de tener relaciones con una menor. El matemático arguyó que siempre creyó que estaba con mujeres mayores de 18 años y que era sexo consentido. El escándalo amenazaba con darle cadena perpetua, pero se enfrió cuando el entonces fiscal federal de Miami, Alexander Acosta, quedó con los abogados del estadounidense para que se declarara culpable de haber prostituido a una menor y aceptara quedar incluido en el registro federal de delincuentes sexuales, a cambio de parar los otros cargos.

El caso terminó con Jeffrey Epstein en la cárcel en 2008, pero sus condiciones no eran poco favorables: 13 meses en prisión con salida a su oficina durante 12 horas al día, seis días a la semana.

Muerte de Jeffrey Epstein

En noviembre del 2018 todo salió a la luz nuevamente. Un reportaje de The Miami Heral, cargo de la periodista Julie K. Brown, mostró el entramado sobre su primer juicio y los testimonios de varias víctimas.

El 6 de julio las autoridades de Estados Unidos arrestaron a Jeffrey Epstein. Allanaron su casa de Manhattan y hallaron una caja fuerte con un CD que tenía fotos de muchas de sus víctimas, varias de ellas desnudas. El magnate fue llevado al Centro Correccional Metropolitano de Nueva York.

Sin embargo, hace tres semanas empezaron a suceder cosas raras: Jeffrey Epstein apareció herido en el suelo de su celda con hematomas en el cuello. Las autoridades de Estados Unidos le pusieron observación exhaustiva, pero el 1 de agosto volvió a su celda sin ninguna vigilancia.

Pasaron 10 días y el personaje fue hallado muerto con señales de haberse colgado, y ello generó teorías que alarmaron a las autoridades: aquella noche los guardias no acataron el procedimiento de rutina, -vigilarlo cada 30 minutos-. Él estuvo solo en su celda, cuando se suponía debería estar acompañado. Además, un convicto de la cárcel estadounidense afirmó que es imposible colgarse en la celda, pues la distancia entre el piso y el techo es de 8 a 9 metros de altura.