Pareja de profesores son condenados por obligar a sus estudiantes a tener intimidad
Una de las víctimas denunció el caso a la policía tras escapar de sus docentes que la tenían secuestrada. Hecho ha conmocionado en Argentina.
En Argentina, una pareja de docentes fue condenada a 18 años de prisión efectiva tras demostrarse su culpabilidad en realizar actos sexuales obligando a sus estudiantes a participar.
El escenario de este delito de abuso sexual fue un colegio secundario de la localidad argentina de Luján. Allí, registran las denuncias, una pareja conformada por un docente y una preceptora, autoridad a cargo de hacer cumplir las leyes en la institución, se encargaban de orquestar un plan que les permitiera abusar de las menores de edad.
Según registra el portal TN, la denuncia de una madre permitió que se abriera una investigación a estos trabajadores quienes habían intentado abusar también de su hija.
La astucia de la menor le permitió librarse de la pareja y exponer el hecho; sin embargo, dos estudiantes no corrieron la misma suerte.
Los casos sucedieron entre octubre y noviembre del 2015. En la vivienda de la pareja ubicada en Merlo, dos adolescentes fueron obligadas a participar en un trío sexual con los trabajadores. Según el testimonio de las víctimas, el acercamiento inició con la preceptora, quien supo como ganarse la confianza de las menores por las funciones que desplegaba dentro de la institución.
“Podía sacar las faltas, corregir notas y se ponía del lado de los alumnos”, refirió dicho medio local. Fue así que empezó a acercarse a las estudiantes hasta que logró su objetivo. Es por el abuso cometido a estas dos estudiantes que la pareja de trabajadores fue juzgada y ahora condenada; sin embargo, las secuelas que dejó este abuso en ellas ha sido lo más complicado que han tenido que afrontar.
Intento de suicidio
Medios locales refieren que las dos víctimas de esta pareja intentaron acabar con su vida. Una de ellas ingirió un frasco de pastillas mientras que la otra fue hallada en el baño con una cuchilla, a punto de lastimarse.
Para la madre de una de las víctimas, la condena simboliza un capitulo que se cierra en la vida de su hija pues “el daño ya está hecho. Lo que más espero es que mi hija pueda arrancar una nueva vida”.