Durante varios siglos, la Iglesia Católica procuró que la Biblia se mantenga solo en idioma latín. Sin embargo, aparecieron personajes que intentaron traducir este texto y terminaron asesinados.,Entre el siglo XV y XVI, aparecieron personajes que serían recordados por su intento de traducir la Biblia a su lengua natal. Sin embargo, su intención de que este histórico texto sea entendido por el pueblo no fue bien vista por la Iglesia Católica, cuyo poder político era descomunal en aquella época. El teólogo inglés John Wycliffe (1330-1384) había interactuado con el papado en Roma, lo que hizo que de decepcionara de la Iglesia, pues percibía gran corrupción dentro de ella. Wycliffe comenzó a publicar folletos argumentando que, en lugar de buscar riqueza y poder, la iglesia debería preocuparse por los pobres. En 1377, Wycliffe fue acusado de herejía y puesto bajo arresto domiciliario y más tarde se vio obligado a retirarse de su puesto como Maestro del Colegio Balliol, Oxford. Juicio contra John Wycliffe en la catedral St Paul de Londres, el 3 de febrero de 1377. PUEDES VER: Monjes anuncian relanzamiento de la histórica cerveza Grimbergen luego de 200 años Wycliffe creía firmemente que la Biblia debería estar disponible para todos. Veía la alfabetización como la clave para la emancipación de los pobres. Con la ayuda de sus asistentes, Wycliffe produjo una Biblia en inglés, durante un período de 13 años a partir de 1382. En 1391, antes de que se completara la traducción de la Biblia, se presentó un proyecto de ley ante el Parlamento para prohibir la Biblia en inglés y encarcelar a cualquiera que poseyera una copia. El proyecto de ley no fue aprobado, pero la iglesia reanudó su persecución contra Wycliffe, a pesar de que había muerto hacía 7 años, en 1384. No encontraron otra alternativa que quemar sus huesos [en 1427], así fuera sólo para asegurarse de que su lugar de descanso no fuera venerado. PUEDES VER: Papa nombra por primera vez en la historia a mujeres como consultoras del Sínodo El Arzobispo de Canterbury explicó que Wycliffe había sido "ese desgraciado pestilente, de condenable memoria, sí, el precursor y discípulo del anticristo que, como complemento de su maldad, inventó una nueva traducción de las Escrituras a su lengua materna". El sacerdote checo Jan Hus estaba inspirado por los escritos de Wycliffe, que ahora circulaban en Europa. Hus usó su púlpito para hacer campaña en favor de una reforma administrativa y contra la corrupción de la iglesia. Al igual que Wycliffe, Hus creía que la reforma social sólo podía lograrse mediante la alfabetización. Su nuevo objetivo era darle a la gente una Biblia escrita en el idioma checo, en lugar del latín. PUEDES VER: Proponen ley que obliga revelar secreto de confesión en caso de abuso infantil Hus reunió a un equipo de eruditos y en 1416 apareció la primera Biblia checa. El sacerdote, que en una oportunidad llamó a los miembros de la Iglesia “discípulos del anticristo”, fue arrestado por herejía y condenado a morir quemado en la hoguera. Su muerte ocasionó que sus partidarios ataquen a sacerdotes e iglesias. Las autoridades tomaron represalias y la ciudad de Bohemia entró en guerra civil. ¿La causa de todo? Jan Hus se atrevió a traducir la Biblia. Jan Hus antes de ser quemado en la hoguera. Imagen: Difusión. PUEDES VER: Pastor se declara mujer transgénero ante sus feligreses en ceremonia [FOTOS] En el siglo XVI, la traducción de Wycliffe aún estaba prohibida y, aunque las copias de los manuscritos estaban disponibles en el mercado negro, eran difíciles de encontrar y costosas de adquirir. La mayoría de las personas todavía no tenía ni idea de lo que realmente decía la Biblia. Pero la impresión en papel se estaba convirtiendo en algo más común, y el sacerdote William Tyndale pensó que era el momento adecuado para una traducción accesible y actualizada. Todo lo que necesitaba era la financiación y la bendición de la iglesia. Sin embargo, en Londres nadie estaba dispuesto ayudarlo. Pero Alemania le llamó la atención, pues Lutero ya había traducido la Biblia al alemán; la Reforma protestante se estaba acelerando y Tyndale creyó que tendría más chance de realizar su proyecto allá. Así que viajó a Colonia y comenzó a imprimir, sin saber que la ciudad estaba bajo el control de un arzobispo leal al Papa. PUEDES VER: Vaticano absuelve a sacerdote acusado de acosar e intentar besar a una monja Tydale tuvo que huir varias veces con sus papeles en mano, pues siempre estaban intentando allanar su imprenta. Tyndale pasó los años siguientes esquivando espías ingleses y agentes romanos. Pero logró completar su Biblia y las copias pronto inundaron Inglaterra de manera ilegal. A pesar de su éxito, Tyndale y su entorno no se salvarían de las represalias de la Iglesia. Todo aquel que se relacionó con el sacerdote en su empresa de traducir la Biblia fue condenado a muerte. Incluso, varios estudiantes de Oxford fueron abandonados en un calabozo hasta que se pudran. Tydale en su ejecución. Antes de que enciendan el fuego, dijo: "Dios, ábrele los ojos al rey de Inglaterra". Imagen: Difusión. PUEDES VER: Papa Francisco convoca a jóvenes emprendedores para cambio socioeconómico Por su parte, Tyndale, que estaba escondido en Amberes, fue traicionado por un amigo que conoció en la ciudad holandesa. Fue acusado de herejía en agosto de 1536 y quemado en la hoguera unas semanas después. En la misma ciudad, Jacob van Liesveldt produjo una Biblia en holandés. Su Biblia fue ilustrada con grabados en madera: en la quinta edición, representó a Satanás con la apariencia de un monje católico, con pies de cabra y un rosario. Van Liesveldt fue arrestado, acusado de herejía y condenado a muerte. PUEDES VER: Obispo católico de Venezuela afirma que Chavistas pidieron asilo por si caía Maduro Si bien fue la época más sangrienta para los traductores de la Biblia, estos todavía están siendo asesinados. No necesariamente por el hecho de traducir la Biblia, sino por ser una de las cosas que hacen los misioneros cristianos. En 1993, Edmund Fabian fue asesinado en Papua Nueva Guinea, por un hombre local que lo había estado ayudando a traducir la Biblia. En marzo de 2016, cuatro traductores de la Biblia que trabajaban para una organización evangélica estadounidense fueron asesinados por militantes en un lugar no revelado en el Medio Oriente. “Traducir la Biblia puede parecer una actividad inofensiva, pero la historia muestra que es cualquier cosa menos eso”, afirma Harry Freedman, escritor británico especializado en historia de religión y cultura. Fuente: BBC