Nelly Rossinelli sobre los famosos: “Es lindo aprender de personajes que pensé que solo modelaban”

Nelly Rossinelli dio su gran salto de Tiktok a la televisión. Antes de aceptar ser jueza en “El gran chef: famosos”, la madre de familia logró tener seguidores por sus famosas loncheras saludables, las cuales ayudaron a otras mujeres con ideas para alimentar a sus engreídos. En una entrevista con La República, la limeña se mostró feliz de compartir con Giacomo Boccio y Javier Masías, además reveló que cada vez le cuesta más eliminar a los participantes porque les tiene mucho cariño. Conoce más de la jueza más carismática de la televisión.

—¿Cómo nació tu relación con la cocina?

—Yo vengo de una familia de provincia. Mi papá es de raíces andinas y mi mamá de raíces amazónicas. Siempre hemos crecido cocinando. Mis papás, mis tíos y mis abuelos siempre han cocinado en casa, sobre todo platos tradicionales. Entonces yo he vivido viendo cómo cocinan, amando la cocina, viendo los insumos, incluso la crianza de los animalitos desde pequeña y eso me ha hecho amar la cocina desde chiquitita.

—¿Has tomado clases de cocina o eres amateur?

—Soy empírica totalmente. Me gusta, soy autodidacta también. Me gusta ver tutoriales, videos y cursos online de cocina porque me gusta y me apasiona. Entonces, sigo a bastantes chefs, bastantes cocineros, bastantes influencers del rubro gastronómico que hacen platos y ahí he ido aprendiendo; junto con todas las enseñanzas que he adquirido de mi familia.

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—Fuera de tu trabajo en “El gran chef: famosos” y tu rol de mamá, ¿qué te gusta hacer?

—A mí me encanta viajar. He viajado mucho y espero seguir haciéndolo. Todo el tiempo libre que tengo y casi el 90% del dinero que gano, lo invierto en viajar, en conocer, en vivir experiencias, porque es lo único que nos vamos a llevar a la tumba. Entonces para mí, viajar, comer y cocinar son mis grandes pasiones.

—El día que te llamaron para este proyecto, ¿recuerdas que estabas haciendo?

—Cuando me llamaron, creo que estaba con mis hijos. Me sorprendí bastante, pero ahora estoy superemocionada y comprometida con el proyecto. Desde un inicio dije que sí porque una de mis grandes pasiones es la cocina. Y cuando me dijeron que era un programa de cocina, me encantó la idea.

—¿Cómo tomas los buenos comentarios del público hacia el programa?

—Me encanta. Estoy feliz… me llegan mensajes positivos todo el día por Instagram y por todas las redes sociales. Se han reunido familias y, para mí, es el mayor pago. El hecho de que me digan: “Nelly, estoy viendo el programa con mi familia, con mi abuelito”, “han hecho que vuelva a creer en la televisión nacional”, “han hecho que vuelva a aprender mi televisor”, “han hecho que me reúna con mi hijito”. En mi misma casa, mi hijito antes decía “mamá, ponme mi dibujo en Netflix o Youtube”. Ahora me dice “mamá, ponme ‘El gran chef: famosos’” porque quiere ver a sus personajes favoritos de “El gran chef”, así como si fueran sus superhéroes. Tiene un Rondón que le encanta, tiene un Miguel… Lograr eso para mí ya es un pago, un salario emocional que de verdad me llena de satisfacción y de orgullo. Haber participado en este proyecto me tiene muy motivada.

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—Antes de “El gran chef”, ¿tenías reparos en ver televisión nacional?

—La verdad que yo era más de ver series y dibujos con mis hijos, no tanto televisión nacional. Pero ahora estamos superinvolucrados con este proyecto, sobre todo con llevar entretenimiento sano —y una televisión blanca que no se veía hace mucho tiempo— a las familias del Perú. El volver a juntar a las familias frente a un televisor —a la abuelita, a la mamá, a los hijos— es algo que nos hace sentir orgullosos.

Nelly Rossinelly y su relación con los participantes

—Tu función es ver con positivismo el desarrollo de los participantes, ¿así también eres en el día a día?

—Sí, esa es mi mirada general de vida, ver el vaso siempre medio lleno y no medio vacío. Veo el lado positivo de la vida y vivir con gratitud. Siempre ha sido mi modo de vida.

—¿También has aprendido de los participantes?

—Sí, claro, de ellos he aprendido otro tipo de cosas, como una resiliencia única que he encontrado. De hecho la cocina te humaniza. Lo que a mí me encanta de este programa es que la cocina saca lo mejor de ti y saca el lado más humano de estos participantes y creo que eso es lo que ha visto la gente en sus casas. Han conocido a una Milett y a un Rondón desde el lado más humano en la cocina. Han visto su resiliencia, como no se dejan vencer ante ningún obstáculo y esto es lindo de ver. Y es lindo aprender de personajes que pensé que solo modelaban en algún programa. De pronto ves que son superaguerridos, superresilientes y aprendes mucho de eso también. Me llena de orgullo ver cómo crecen.

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—¿Qué eliminación te dio mucha pena?

—Me está costando cada vez más cada partida. De hecho ya se me escaparon algunas lágrimas y siendo jurado hay que tener una postura más ecuánime. Debe ser por el lado de mamá. Me ha pasado antes también, cuando era supervisora y jefe de ventas, entonces tenía equipos, lideraba chicos y tenía ese rol de mamá: con una mano dura y con la otra ternura. Entonces por más que acá los corrijo, los guío; también les agarro cariño. Entonces, cada vez que se van, me está costando más dejarlos partir.

—Milett Figueroa fue la que más se ha salvado de las eliminaciones. ¿Cómo viste su performance?

—Milett es una chica muy resiliente, muy fuerte. Es asombrosa su fortaleza, su nobleza que ya la gente la está conociendo porque traspasa las pantallas. Ver eso es muy bonito, conocer a los artistas desde este lado tan humano, tan transparente, tan vulnerable muchas veces. Es lindo poder conocerlos así.

—Milett se mostró muy sensible con el tema del conejo, ¿cómo manejaste el tema?

—La verdad yo sí los entiendo. En el caso de Milett, ella tenía un conejo como una mascota. Pero también hay que ser conscientes de que si tú entras a un concurso gastronómico en el Perú, debes entender que te puede tocar cualquier proteína de las que se consumen en el Perú; pero no quiere decir que por eso yo me vaya a molestar o indignar porque un participante se ponga a llorar o se sienta mal. O sea, para mi prima obviamente sus sentimientos y su sensibilidad. En el momento en que le pasó eso a Milett, yo traté de darle ánimos y decirle: “vamos, tú puedes”; y salga del estado de shock en que estaba, pero sin minimizar sus sentimientos, sin minimizar su estado emocional porque a ella le afecta y eso es importante. 

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—¿Qué error no perdonas en un plato?

—Que esté crudo es algo de lo que menos me gusta o encontrar una uña, un pelo, alguna suciedad o algún objeto dentro de la comida; que también nos ha pasado.

—¿Qué valoras más en un participante? ¿El talento o la disciplina?

—Creo que debe ser balanceado, un 50 de disciplina y 50 de talento, porque hay chicos que han tenido talento, han sido muy buenos, pero no sabían enfocarse, no sabían hacer las cosas en orden, no seguían reglas y ya no están en la competencia. Entonces sí es importante la disciplina en una cocina y la cocina te enseña eso. Así como el deporte, la cocina te enseña a tener disciplina en tu vida.

—¿Qué condiciones debería tener un participante que llegue a la final?

—Debería hacer buenos cortes para la preparación de todas sus comidas, debería hacer buenos aderezos y manejar el punto medio de sal, que es lo que más les ha costado a los participantes. No salar mucho las comidas ni tampoco el punto bajo. Eso de la sazón les costó mucho lograr, pero ya los que están llegando a la final ya están muy bien en este punto.

—Has grabado algunos videos con algunos de los participantes para tu TikTok, ¿cómo haces para que no confundan tu amistad con tu rol de jurado?

—No se malinterpreta. Es como con mis hijos, es la misma relación que tengo con mi hijo adolescente. Nosotros podemos conversar, tener confianza y ser amigos, pero él sabe que cuando hay que corregir, hay que corregir y en ese momento soy su mamá, no su amiga.

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