La actitud de Morrissey sorprendió especialmente porque el artista había llegado a Santiago a comienzos de esta semana y había mostrado un comportamiento bastante normal.Requerimientos excesivos., Las exigencias del mexicano Luis Miguel y el británico Morrissey para actuar en el Festival de Viña del Mar han causado molestia tanto en la organización como entre el público y se han convertido en la comidilla del certamen . Morrissey, que tenía que cerrar la jornada la noche del viernes , exigió salir al escenario antes de la 1 am del sábado tal como estipulaba su contrato y amenazó incluso con no cantar , según relataron los comentaristas del programa matinal de Chilevisión , el canal que organiza el festival. El exlíder de la desaparecida banda "The Smiths" exigió también que los presentadores no interrumpieran su espectáculo , como habitualmente hacen para entregar los premios concedidos por petición popular, y cuando terminó su concierto se retiró sin aceptar galardón alguno . Pero en Viña del Mar, donde tampoco ofreció la rueda de prensa que los artistas suelen conceder antes de su concierto, Morrissey hizo recordar el lado menos amable de Luis Miguel. El mexicano pidió tener a su disposición 120 toallas blancas , de las cuales solo utilizó tres , pidió también no toparse con nadie entre bambalinas y exigió reforzar la seguridad en el anfiteatro de la Quinta Vergara. Tanto él como Morrissey han dado más que hablar por sus excentricidades que por su despliegue musical y han marcado el contrapunto con Marc Anthony , otra estrella de primera fila que el jueves demostró que sí se puede ser famoso, sencillo y caballero . (Chile, EFE)