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Alicia Retto: “Seguimos en un país dividido, no hemos aprendido nada”

Entrevista. La periodista que asumió la conducción de “Latina noticias” hace un análisis de la crisis social y política que afronta nuestro país.

Alicia Retto: "Seguimos en un país dividido, donde no sabemos escucharnos, entendernos y respetarnos". Fuente: Alicia Retto/ Facebook
Alicia Retto: "Seguimos en un país dividido, donde no sabemos escucharnos, entendernos y respetarnos". Fuente: Alicia Retto/ Facebook

“Fue una decisión difícil, pero tenía ganas de asumir un nuevo desafío”, nos dice vía telefónica Alicia Retto, quien después de 14 años en ATV cambió de canal para sumarse a la conducción de “Latina noticias”. La oferta le llegó de pronto, en medio de un ‘remolino de emociones’, porque su abuela falleció en Navidad y se acercaba la fecha del 40 aniversario de la muerte de su padre, el periodista Willy Retto, caído en  Uchuraccay en 1983.

Escribiste un post en Instagram al conmemorarse un aniversario más del fallecimiento de tu padre…

- Sí, ha sido un mes difícil. Por un lado, estaba contenta de pasar a Latina; es más, tomé la decisión días antes de la partida de mi mamá (abuela). Cuando mi papá murió, mis abuelos paternos, Óscar y  Gilma, me acogieron, por lo que me crie con ellos hasta que me casé. Ellos fueron mis padres.

En ese post dices también que tenemos un país conmocionado, con una masacre de la que no hemos aprendido. Como periodista, ¿cuál es tu análisis de la crisis que estamos viviendo como país?

- Seguimos en un país dividido, donde no sabemos escucharnos, entendernos y respetarnos. Por ejemplo, cuando pasó lo de mi papá, decían que había ocurrido por el choque de dos culturas, porque era gente que tenía otra idiosincrasia, pero todo era mentira. Todavía no se sabe a ciencia cierta quiénes mataron a estos periodistas. Se dijeron muchas cosas, echándoles la culpa solo a los campesinos y diciendo que no hubo entendimiento, que no hablaban el idioma. Incluso tuvieron el cinismo de decir que los periodistas traían en sus maletines pañuelos rojos y que las cámaras fotográficas habían sido confundidas por los campesinos con armas, cuando todos sabemos que en esa época las personas de zonas altoandinas del país ya veían la presencia militar y terrorista y sabían identificar perfectamente un arma de fuego. Yo leía todo eso y decía: “¡Caray, no hemos aprendido nada!”. Seguimos escuchando las mismas hipótesis por las que el Perú no avanza unido, seguimos enfrentándonos y matándonos entre peruanos

La historia se repite, pero en otro contexto…

- Sí, y es lamentable porque veo muertes de personas por las fuerzas del orden, por las manifestaciones, por los violentistas. Entonces, yo digo, en este momento debe haber también una niña que se priva de estar al lado de su padre, como lo que me pasó a  mí hace 40 años. Yo no pude conocer a mi papá porque otro peruano lo mató, y he vivido así toda mi vida, sin conocer a ese hombre maravilloso que todo el mundo que lo conoció dice que fue. Es doloroso porque no hemos aprendido de la historia, de lo que ha sufrido el Perú, de lo que es el terrorismo y lo que generó toda esa guerra interna por encontrar supuestamente la paz. Siento una falta de sintonía entre los políticos con el Gobierno y en el Congreso se han vuelto inflexibles con lo que está pasando. Les importa sus intereses y se olvidaron de su misión de representar a su pueblo. Dina Boluarte le tira la pelota al Congreso, el Congreso a ella, y mientras siguen los muertos.

Y, en medio de todo este conflicto, el periodismo también ha salido perdiendo.

- Claro. Hace 40 años mi padre murió en el ejercicio de su trabajo, y hoy en día también existen periodistas amenazados, desplazados de su ciudad en el ejercicio de su trabajo.

La gente tampoco cree en los medios de comunicación.

- Yo no generalizaría, así como no generalizo que todos los manifestantes sean violentos, aunque claramente hay infiltrados que aprovechan para meter terror. Hay que investigar quiénes los dirigen. Tampoco imagino que toda la gente no crea en los medios. En mis redes, leo a gente que sí cree y a otros que están hartos. Creo que cada quien hace su trabajo y su labor como periodista. Por ejemplo, yo trato de ser muy neutral y decir las cosas tal cual suceden, y creo que eso ha hecho que la gente confíe en lo que digo.