Productor del último concierto de José Luis Perales en Perú: “O se hacía en marzo o se tenía que cancelar”
Jorge Fernández, promotor del evento, contó que se espera tener un aforo completo para el concierto que marca la gira de despedida del cantante.
Jorge Fernández tiene una larga trayectoria como promotor de eventos culturales en el Perú, pero, con el inicio de la pandemia, sus actividades se vieron paralizadas por completo. Sin embargo, con la reactivación de conciertos en el mundo de forma gradual, muchos artistas han optado por reprogramar sus presentaciones debido a los tiempos de crisis sanitaria, por lo que los proyectos que tenía planeados se han reanudado.
A lo largo de su carrera, ha organizado conciertos como el de Paul McCartney en 2011 y 2014, el de Sting en 2011, y de Elton John en 2012. Además, ha sido parte de eventos culturales en el Perú, como el del Circo de Moscú, Disney On Ice, Ballet Nacional de Cuba y muchos más. Sin embargo, el contexto actual lo llevó a tener un proceso de adaptación, lo cual demuestra en la última presentación de José Luis Perales en Lima.
En una entrevista con La República, el organizador del concierto de José Luis Perales en Lima comentó sobre la alta expectativa que se tiene de este espectáculo y también sobre cómo se dieron las dos reprogramaciones debido a las restricciones del país. Además, mencionó cómo los tiempos de pandemia cambiaron la dinámica para eventos musicales, pues dependen de las medidas que toma cada Gobierno.
PUEDES VER: Concierto de Anuel AA no genera emoción en Perú y no logra sold out en venta de entradas
La pandemia paralizó toda actividad cultural. ¿Cómo afectó esto a la industria musical?
A diferencia de cualquier otra crisis que hayamos vivido, esta lo que hizo fue parar en seco toda una industria. Acá se pasó de tener público a no tener. Yo estaba con una feria para ese tiempo, Expourbania. Empezamos el jueves 12 de marzo, donde ya había rumores, pues el Gobierno se venía pronunciando desde el miércoles. El viernes, por miedo, tuvimos que cerrar la feria definitivamente y hacer el desmontaje de todos los expositores el sábado y domingo porque para el lunes ya se cerraba todo. Ya estamos reactivados, pero nadie pensó que íbamos a estar 20 meses en una pandemia severa que afectó a todo el mundo.
¿Qué solución inmediata dieron los organizadores ante las entradas ya vendidas?
Hubo dos casos. Había conciertos que se cancelaron definitivamente y se devolvieron las entradas. Pero hubo otros que fueron reprogramados hasta más de una vez. Hay que tener en claro que el tema de la pandemia no fue una cuestión de semanas. Nadie nos preparó para eso. Hubo una cierta compresión de un caso totalmente atípico en la historia de la industria de los conciertos musicales, que de un momento a otro, en un corto lapso de tiempo, se pararon los conciertos y el dinero del público estaba repartido en los diferentes actores de la cadena de valor. Fue una situación de avanzar caso por caso para saber qué se podía hacer.
¿Cómo fue el proceso de reactivación en eventos musicales?
El proceso de reactivación ha sido una apuesta. En el caso de Coldplay y Bad Bunny, ya anunciaron sold out, basándose en una proyección que para septiembre y noviembre, respectivamente, la situación estará normalizada. Pero igual esta reactivación ha “ido de la mano” de lo que iba diciendo el Gobierno. Uno se ha tenido que ir adaptando, viendo cómo flexibilizaba e implementaba. De hecho, en muchos casos se ha tenido que ver la posibilidad de seguir trabajando, pero con menores ingresos para tratar de ‘no parar la rueda’.
¿Cómo manejan los constantes cambios de protocolos de bioseguridad impuestos por el Gobierno?
Hacemos ‘la gran Harry Potter’, haciendo de magos. Viendo día a día cómo podemos hacer para ir soltando los aforos y estableciendo costos iniciales los más ajustados y específicos a ese aforo. Si hubo una ventaja en Perú es que no soltaron los aforos como en otros países, los promotores y artistas locales trabajaron de la manera más conservadora. La idea fue que, pasado el año y medio de pandemia, en junio o julio, ya comenzamos a decir que tenemos una pequeña proyección para poder vender algo. Con el inicio de la vacunación, hubo un momento donde ya no retrocedíamos, sino que íbamos ganando ciertas normativas que nos favorecían, pero siempre desde el punto de vista conservador.
Se acerca el concierto de José Luis Perales. ¿Cómo fue la primera gestión para la llegada del artista a Lima?
Cuando José Luis Perales vino en el 2016, él ya estaba con la idea que la próxima gira sería la despedida. En un comienzo estaba programado para octubre 2020, luego se pasó en dos fechas por el tema del avance de la pandemia en varios países. Había países que todavía no estaban preparados para este tipo de eventos. Ahora que viene en marzo ya es la definitiva, no había otra forma. O se hacía en marzo o se tenía que cancelar. Y no era la situación de ‘okey, se cancela y esperamos una próxima oportunidad’. Ya no había otra oportunidad: José Luis Perales se despide.
¿Cómo se coordina la postergación?
Teníamos dos días en el Gran Teatro Nacional. Los primeros días de enero, el Gran Teatro Nacional nos informa que no podía tener más de 650 personas de capacidad por día. Las entradas estaban vendidas para más de esa capacidad. Si el señor Perales venía de una gira multitudinaria en España y otros países con locales sold out a donde va, ¿te imaginas cómo sería que venga a un gran teatro nacional con la mitad del teatro lleno? No lo hubiera aceptado. La única manera era mudarlo a un local que tuviera más capacidad. Por supuesto, hay mayor costo de producción. Además, tiene el área suficiente para el distanciamiento y al aire libre. Eso es lo que buscamos moviendo a José Luis Perales al Plaza Arena.
¿Con quién se coordina la realización del show?
El mánager de José Luis Perales es un mánager muy conocido de España y que maneja otros artistas. Tiene una red de contactos a nivel de Latinoamérica. O sea, no hay intermediarios, y el mismo mánager, que tiene muchísima experiencia en Latinoamérica, tiene una serie de promotores en cada país para que él solamente anuncie: “Mira, viene el artista tal, en tales fechas”. Y se ponen de acuerdo en las condiciones económicas.
¿Qué expectativas se tienen para el espectáculo?
La expectativa para este show es que tendría que ser sold out. Perales, históricamente, en el Perú, siempre ha hecho sold out. Ya ha estado antes en el Jockey, en el Gran Teatro Nacional, en María Angola, en muchos locales. Perales es de los pocos artistas que siempre que ha hecho una visita a Perú ha sido sold out. Y ahora, que es la despedida, deberíamos tener también un sold out. Ahora estamos a un mes del concierto y ya vamos al 75%.
¿Cómo fue la reacción del público con el anuncio oficial de reprogramación?
En muchos un alivio. En otros una incredulidad, que creo que hemos ido superando con el paso de los días y el anuncio de otros eventos, viendo, de alguna manera, que las medidas se están relajando de a pocos. Ya la próxima semana reinicia la gira en México. Esa va a ser la prueba final. El señor José Luis Perales y su equipo se van a montar en un avión. Está yendo a México a actuar. Están anunciadas las fechas en la página oficial del artista. José Luis no quería alargar más esto. Han sido casi dos años de estar alargando una gira que es la final. Él se quería retirar a cierta edad, pasaron dos años y todavía no se retira.
Hablando de su carrera, ¿cuál es el momento más grato que le ha tocado vivir?
No te puedo decir uno. Cuando soy productor o promotor, tengo que tratar de ser lo más pecho frío posible, trato de que el fan que hay en mí no me gane. Momentos hay muchos. Yo creo que cada evento, en particular, tiene su encanto. Me tocará vivir algo el 23 de marzo, sabiendo cuántos años hemos venido escuchando y cómo es él. En un concierto musical no hay equipos, todos son fanáticos del mismo equipo que es el artista. En el primer Paul McCartney, del que fui testigo en Perú, tú veías padres, abuelos e hijos en un mismo concierto, todos juntos coreando las canciones de un beatle. Eso es lo que trae la música, esas emociones. Y se las trae tanto al público como también al promotor. No necesariamente todo es negocio.
¿Ha tenido algún problema con algún artista u organizadores?
Siempre ha habido problemas, tal vez tragos amargos de negocios que no han ido bien, pero igual uno aprende. Directamente un problema con un artista, no recuerdo ninguno, pero sí ha habido anécdotas o situaciones que no se han esperado y se han tenido que solucionar sobre la marcha. El problema es que hay una percepción del público, y en general por parte de nuestras autoridades, de que la industria de la música es informal o poco capacitada. Con respecto a eso, hemos tenido un notable proceso en los últimos 10 años y vamos por un buen camino. Lamentablemente, y tengo que repetirlo, la pandemia interrumpió muchos procesos de tendencia ascendente.
¿Qué proyecciones tiene para este año?
En nuestro caso, que somos promotores independientes locales, estamos viendo dos o tres eventos para este año, y quizás pensar en participar o competir con los grandes a partir del 2023. Este año tenemos, todavía no anunciada, la despedida de Joan Manuel Serrat. También tenemos la reprogramación final de Pat Metheny, ganador de 20 Grammys, en el Gran Teatro Nacional el 12 de octubre. Finalmente, tenemos dos o tres artistas con los que todavía estamos en etapa de negociación; estos (sus eventos) serían a partir de junio o julio de este año. Es más o menos una posible agente proyectada, siempre teniendo en cuenta cómo avanza el tema de la pandemia y cómo avanza el tema del Gobierno.