Rob Kardashian y su pelea contra Blac Chyna por la custodia de su hija
El hermano menor de Kim Kardashian mostró su preocupación por el bienestar de su hija Dream luego de revelar nuevas acusaciones contra la madre de la niña.
Rob Kardashian, el hermano menor del mediático clan americano, posiblemente sea el hermano del que menos se escucha. Sin embargo, recientemente ha acaparado la atención de los medios de prensa tras reiniciar su pelea contra Blac Chyna por la custodia de Dream, hija de ambos.
Actualmente ambos mantienen un acuerdo de copaternidad, por lo que comparten la custodia de la menor de 3 años. Sin embargo, el empresario ha expresado su preocupación por el comportamiento de la niña mientras se encuentra bajo el cuidado de su madre y ha presentado una solicitud para que se reduzca el tiempo que su expareja tiene con su hija.
En el documento se pide que la madre solo tenga la oportunidad de visitar a Dream Kardashian los fines de semana y bajo la obligatoria supervisión de una niñera.
El hermano menor de la familia Kardashian presentó una solicitud para obtener la custodia total de su hija Dream de 3 años.
Según detallan medios internacionales, el problema estalló luego que Rob notase algunos comportamientos extraños en su hija luego de pasar tiempo con su madre. Además, según fuentes de E! News, la misma menor ha expresado no querer regresar con su progenitora.
El hermano menor de Kim Kardashian habría manifestado que la modelo es una mala influencia para la menor y que tiene comportamientos inapropiados frente a ella. Sin embargo, la defensa de la acusada tipificó las acusaciones como ‘absurdas’.
Según argumentos de Rob Kardashian, el comportamiento de la menor de 3 años empeora luego de pasar tiempo con su madre.
“[Rob y su familia] han empezado a notar serios cambios de comportamiento en Dream cuando pasa algo de tiempo en la casa de Chyna. Vuelve con Rob y necesita un tiempo para reajustarse”, expresó una fuente al portal de noticias.
Según documentos revelados por TMZ, Rob Kardashian aseguró que la pequeña ha empezado a decir groserías, a bailar de forma inapropiada y a simular posturas sexuales que habrían sido incitadas tras el ejemplo de su madre.