Perú entre los 10 países con menor productividad en América Latina, según CEPAL: solo supera a economías como Venezuela
A pesar del crecimiento en América Latina, Perú se encuentra entre los diez países con menor productividad laboral en la región, según un informe de la CEPAL, y destaca además por su alta tasa de informalidad.
En América Latina y el Caribe, la productividad laboral ha mostrado notables desigualdades. Mientras países de ingresos altos experimentaron un aumento del 40% en las últimas décadas, las economías de ingresos medios y bajos, como Perú, han avanzado lentamente. Según el informe “Panorama de las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe 2024” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Perú se ubica entre los diez países con menor productividad en la región, solo por encima de Venezuela, Haití y Bolivia.
El bajo crecimiento de la productividad en Perú tiene sus raíces en la década de 2000, un periodo en el cual el país comenzó a enfrentar desafíos estructurales que impactaron su capacidad productiva. Según el informe, la falta de políticas de desarrollo económico sostenibles ha mantenido a Perú en una posición vulnerable, rezagada en comparación con economías emergentes de la región. La CEPAL insta a implementar medidas a largo plazo para fortalecer las bases económicas y fomentar un cambio estructural que permita un crecimiento integral.
¿Qué pasa con Perú y su nivel de productividad?
Perú enfrenta serios desafíos en términos de productividad laboral, ubicándose en una posición baja en comparación con otras economías de América Latina. Según el informe de la CEPAL, el país ocupa uno de los últimos lugares en el ranking de productividad de la región, con un PIB por hora trabajada que apenas alcanza los 12,55 dólares. Esta cifra refleja un problema estructural que limita el desarrollo económico del país y reduce su competitividad en el ámbito regional.
Ránking de la productividad en los países de América Latina y el Caribe 2024: Foto: CEPAL
A continuación, el ranking de productividad en América Latina, con Panamá a la cabeza y Haití en la última posición:
- Panamá: US$45,81
- Uruguay: US$30,9
- Chile: US$29,57
- Trinidad y Tobago: US$28,13
- Argentina: US$28
- Costa Rica: US$24,4
- República Dominicana: US$22,85
- México: US$20,55
- Cuba: US$18,51
- Brasil: US$16,97
- Colombia: US$16,04
- Paraguay: US$14,03
- Perú: US$12,55
- Venezuela: US$11,54
- Ecuador: US$11,48
- Guatemala: US$11,23
- El Salvador: US$9,83
- Jamaica: US$9,06
- Bolivia: US$8,46
- Nicaragua: US$7,12
- Honduras: US$6,83
- Haití: US$3,39
El país líder en productividad en la región en el 2024, según informe de la CEPAL
Panamá encabeza la lista de países latinoamericanos en productividad laboral, gracias a la sólida inversión de capital y un auge en el sector de la construcción. Este país ha logrado un incremento de más del 150% en su productividad desde 2005, cifra que refleja una clara estrategia de desarrollo económico a largo plazo. En contraposición, Perú ha experimentado una reducción en su crecimiento productivo, afectado por políticas laborales y económicas que, en vez de fomentar la inversión, limitan la competitividad y el desarrollo de capacidades en el mercado.
Perú enfrenta serios desafíos en términos de productividad laboral, según CEPAL
Recuperar los índices de productividad en Perú: el primer paso es la educación
El exministro de Economía, Alfredo Thorne, indica que la caída de la productividad en Perú se remonta al gobierno del expresidente Ollanta Humala, cuando el país comenzó a experimentar una disminución en su eficiencia productiva. Thorne sostiene que, anteriormente, “Perú era uno de los campeones en la productividad de la región”; sin embargo, una serie de reformas desde entonces ha reducido el aporte del capital y del trabajo a nivel nacional.
Alfredo Thorne, exministro de Economía.
Para Thorne, un elemento esencial para revertir esta tendencia es la educación, que debe transformarse para generar una fuerza laboral más productiva. Además, menciona que la reciente instalación de nuevos puertos representa una oportunidad para potenciar el crecimiento, siempre que se apliquen cambios estructurales que maximicen esta infraestructura. También enfatiza la importancia de una política tributaria unificada que permita la movilidad del capital hacia sectores más rentables, en lugar de depender de incentivos fiscales fragmentados.