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Economía

Juan Carlos Sueiro: “Básicamente, es regresar a la anterior ley con estos nuevos proyectos”

Gremios de pesca de menor escala han buscado el apoyo de congresistas (Nilza Chacón, Pazo, Camones, etc.) para derogar la Ley 31740, como se hizo público en Comisión de Pesca del Parlamento realizada el jueves 14 de marzo. Juan Carlos Sueiro, director de Pesquerías de Oceana, comprende el malestar, pues genera mayores costos a los pescadores desplazados.

Juan Carlos Sueiro. Director de Pesquerías en Oceana Perú. Foto: difusión.
Juan Carlos Sueiro. Director de Pesquerías en Oceana Perú. Foto: difusión.

-¿Por qué se creó la Ley 31740?

-Si bien la flota industrial tenía la exclusión de las 5 millas, la nueva ley recoge la preocupación de los pescadores artesanales a lo largo del litoral respecto a la necesidad de reclasificar su flota, que hasta ahora tiene solo dos categorías: industrial y artesanal, lo cual es insuficiente pues en esta última hay un segmento de embarcaciones que, por sus características, son distintas. Hablamos principalmente de las redes de cerco, que recogen las redes de manera mecanizada. Entonces, la Ley 31749 añade una tercera categoría y queda en industrial, mediana (menor escala) y artesanal. Así, establece la restricción de uso de redes de cerco dentro de las 3 millas para reducir la afectación de recursos pesqueros donde se mezclan muchas especies y operan otro tipo de aparejos.

-¿Qué implicaría otra modificación?

-Modificar la ley, aún sin reglamentar, según los planteado en estos dos PL es regresar básicamente a la situación anterior, donde las de cerco siguen siendo artesanales y no hay la restricción de 3 millas. Desde el punto de vista de protección de recursos, es un retroceso.

-¿Por qué se resisten a salir de las 3 millas?

-Obviamente, salir a pescar fuera de las 3 millas genera mayores costos. Pero propicia también una mayor sostenibilidad para todos en el largo plazo y el Estado podría apoyar, en cierto sentido, la transición de esa flota semiindustrial con la instalación de sistemas satelitales, exoneración de pagos de derechos de pesca, entre otros, para que puedan tener más opciones.

-¿Cómo impacta la pesca de cerco en esta zona?

-Es una zona de refugio de juveniles y reproducción de especies, distinto a si fuera la milla 10 o 15. Concentra la presencia de las algas de acceso, temperatura ideal, profundidad -que reduce de manera importante el número de depredadores-, entre otros. Incluso para especies que no son propiamente costeras, como la anchoveta, que en las fases de desove se acerca. Las embarcaciones de cerco y arrastre tienen muy poca selectividad. Al pescar en esas condiciones ambientales distintas capturan especies que no son su objetivo.

-Se incrementan las incidencias.

-El segundo impacto es que cerca a la costa hay menor profundidad y, en determinadas circunstancias -no en todas-, al despegar la red de cerco o arrastre se roza el lecho marino y ese roce perturba la vida bentónica. Y un tercer impacto es que interfiere con las embarcaciones que sí usan aparejos selectivos. Si ya hay un nivel de conflictividad con los informales, mientras hayan más embarcaciones el tema de la conflictividad será mayor y el impacto sobre los recursos pesqueros será peor.

-¿Dónde se concentran?

-Arrastre solo hay en Piura y Tumbes, no hay en otras regiones. Pero las de cerco sí son numerosas y son las que están ahora consideradas como menor escala en la ley vigente y buscan volver a ser artesanales. La fuerza en particular está en Sechura, Chimbote, y en menor medida Pisco e Ilo.

Periodista de prensa escrita y digital, graduado en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Actualmente, en La República, donde escribe sobre economía, con énfasis en hidrocarburos, minería y conflictividad social.